CubDest/ Sao Paulo. Brasil. "Quiero conocer a mi hijo Juan Paolo, de más de 3 años, besarlo y abrazarlo por primera vez, pero el gobierno cubano me lo impide", afirmó en declaraciones a la prensa brasileña e internacional el Dr. Juan López Linares, un físico cubano de 31 años, que actualmente realiza un curso de post-doctorado en el Instituto de Física de la Universidad de Campinas.

"Esa separación es el más cruel 'castigo' que pueden infringir a un padre, y se debe a que soy considerado por el gobierno cubano como un 'desertor' y hasta un 'traidor' por el simple hecho de haber optado por efectuar cursos de post-grado en este gran y acogedor Brasil, en el cual organismos brasileños de amparo a las investigaciones científicas me han dado generosamente la posibilidad de dicha realización profesional", explicó.

Linares añadió que en 2000, 2001 y 2002 hizo "todos los trámites posibles e imaginables" ante las autoridades consulares cubanas en Brasil, para poder entrar temporalmente a la Isla, para conocer a su hijo. Pero esa autorización le fue negada, siempre verbalmente, sin haber recibido ningún documento escrito que justificase los motivos. "Agotados todos los recursos consulares a mi alcance, dicha situación me lleva a no poder mantenerla por más tiempo en el plano estrictamente particular, y a denunciarla públicamente", explicó.

El drama familiar del Dr. López está repercutiendo ampliamente en medios universitarios, políticos, de derechos humanos y de comunicación brasileños. Un conocido columnista político, que escribe para más de 30 diarios nacionales y regionales, se hizo eco ayer del caso del Linares, consignando que éste pidió la intervención de la cancillería brasileña. Hasta el momento, voceros de la embajada de Cuba en Brasilia y del consulado de La Habana en Sao Paulo se han negado a hacer declaraciones al respecto.

"Cuba es el único país del Hemisferio que prohíbe a sus ciudadanos entrar y salir libremente de su propia Patria, configurándose así una situación incomprensible, inhumana, y que va mucho más allá de mi drama personal, pues es el drama que afecta a millones de mis compatriotas", añadió el Dr. López, explicando que dicha situación "viola frontalmente el art. 13 (2) de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que expresa que 'toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país'. En el caso de mis hermanos cubanos, es propiamente sentirse en una isla-cárcel", explicó Linares, quien concluyó aseverando: "Mientras esté con vida y en condiciones de libertad no callaré, jamás renunciaré al sagrado derecho de abrazar y besar a Juan Paolo, de más de 3 años, ni tampoco a mi derecho, que lo es de cada cubano, de entrar y salir libremente de mi Patria".

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