AFP/ Montevideo. El canciller uruguayo Didier Opertti afirmó ayer en Montevideo que los nuevos "improperios" de Fidel Castro no impedirán el establecimiento de relaciones consulares entre Uruguay y La Habana, dispuesto días atrás por ambos gobiernos.

Consultado Opertti sobre si la mención de "el llorón ese de Uruguay", como se refirió Castro al aludir al presidente uruguayo Jorge Batlle, echaría por tierra la apertura de las oficinas consulares, el funcionario dijo que "las relaciones consulares no son para Castro sino para los ciudadanos cubanos".

"Las cosas que diga Castro no tienen que ver con la situación actual", esos dichos "demuestran que este señor sigue utilizando el improperio personal como una manera de expresarse".

Durante la clausura de la Asamblea Extraordinaria del Parlamento, Castro trazó un crítico panorama latinoamericano y calificó de "llorón" a Batlle, afirmando que corrió al FMI para obtener un préstamo de 3.000 millones de dólares y endeudarse.

Castro, al referirse con ironía a Batlle, pidió "a ver si le dan una limosna al lacayo ese, el llorón ese de Uruguay", y responsabilizó a Estados Unidos de "acabar con el Mercosur", bloque comercial que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y como estados asociados, Chile y Bolivia.

Uruguay rompió relaciones con La Habana el 23 de abril cuando Castro insultó al presidente uruguayo, llamándolo "abyecto Judas", por liderar en Naciones Unidas una resolución que fue aprobada por la comisión de Derechos Humanos del organismo, con sede en Ginebra.

La resolución reconoce el avance de los derechos sociales en la Isla y le pide a Castro avanzar igualmente en el campo de los derechos políticos y civiles, a la vez que invita a La Habana a permitir que la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, pueda colaborar en esas metas.

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