EE UU: Advertencias de Castro sobre relaciones diplomáticas son 'peligrosas' para el pueblo |
|
AFP/ Washington. Estados Unidos aseguró ayer que las advertencias de Fidel Castro de cerrar la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana y desconocer acuerdos migratorios entre ambos países son "peligrosas" y "van en detrimento del bienestar del pueblo cubano".
"Creemos que sus quejas básicamente no tienen base y de hecho algunas ideas que está impulsando van en detrimento del bienestar y los intereses del pueblo cubano", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.
El funcionario explicó que la Oficina de Intereses tiene funciones legítimas de acercamiento en la Isla y que aunque los acuerdos migratorios "no son perfectos" vale la pena mantenerlos.
"Creemos que la Sección de Intereses es un eslabón vital con el pueblo cubano", dijo Boucher, y aclaró que La Habana tiene su propia oficina de intereses en Washington con poca interferencia del gobierno estadounidense.
La oficina estadounidense en la Isla "lleva a cabo la política del Presidente manteniéndolos informados y proveyendo información a los cubanos comunes y corrientes para que puedan entender mejor el desarrollo democrático y los mercados abiertos", dijo el portavoz.
"Esta es una función legítima" que es "respetada en todo el mundo", dijo, "francamente, la sección de intereses cubanos aquí hace cosas similares dando información sobre política cubana y nosotros no objetamos eso".
El pasado miércoles Castro advirtió que si Estados Unidos persiste en su actividad subversiva contra el régimen podría anular los acuerdos migratorios con los norteamericanos o cerrar la Oficina de Intereses de Washington en La Habana.
Castro acusó a Washington de enviar personas con recursos para la oposición interna, y de que sus diplomáticos en la Isla "recorren el país organizando redes y conspiraciones", en violación de las normas internacionales.
Las Oficina de Intereses en ambas capitales, son el único vínculo que mantienen los dos países desde 1977, abiertas bajo el gobierno de Jimmy Carter, luego de una ruptura de relaciones en 1961.
Los acuerdos migratorios, únicos en vigor entre ambos países, datan de septiembre de 1994 y mayo de 1995, para regular una emigración segura y ordenada de Cuba hacia Estados Unidos
Esos acuerdos prevén que Washington conceda 20.000 visas anuales a la Isla y repatríe a los ilegales interceptados en alta mar. La Habana, por su parte, se comprometió a evitar por métodos persuasivos las salidas ilegales y reinsertar socialmente a los ilegales devueltos.
Al referirse a los acuerdos, Boucher dijo que "aunque no son perfectos (...) han ayudado a regular el flujo de personas y la seguridad de los cubanos que quisieran venir a Estados Unidos".
"Apartarnos de este sistema sería un error y peligroso para el pueblo cubano", agregó, al destacar que funcionarios de ambos países sostuvieron conversaciones migratorias periódicas sobre los acuerdos la semana pasada en Nueva York.
|