Estimados señores:

Fui una de las tres personas que acompañó al señor Bob Kent a Washington, DC a la conferencia de ALA el pasado 13 de enero y he leído los comentarios del señor Eliades Acosta. Mi pregunta al señor Acosta es: ¿Exactamente qué es lo que él y el Gobierno cubano encuentran tan desagradable e indeseable en las bibliotecas independientes cubanas? Si el propio Fidel dijo que en Cuba no hay libros prohibidos sino escasez de libros, entonces dónde está el delito del ciudadano que decide poner una biblioteca en su casa y prestar su colección de libros (así sean 2 o 1,000 libros) a sus vecinos, colegas y amigos? Y qué importa quién dona estos libros? No hay espacio en Cuba para que existan bibliotecas oficiales y bibliotecas independientes? Que yo sepa, el señor Kent no está abogando por que cierren las bibliotecas oficiales.

¿Qué es lo que el señor Acosta encuentra tan amenazante en tal loable actividad? Si esta persona que decide hacer una biblioteca independiente en su casa, perteneciera al Partido Comunista y los libros que prestara fueran los mismos que se encuentran en las bibliotecas oficiales, también sería criticado? ¿O es acaso el contenido de la colección bibliotecaria lo que es desagradable para el señor Acosta? ¿O tal vez sea que, por lo general, las personas que tienen bibliotecas independientes son disidentes u opositores al gobierno? Y una vez más, ¿por qué es ilegal en Cuba ser opositor o disidente?

También quisiera preguntarle al señor Acosta, ¿exactamente, cuál es el delito del señor Kent, si su organización es apoyada por Freedom House, FNCA, exiliados cubanos, Cubanet u otros? ¿Acaso estas organizaciones son organizaciones ilegales, de elemento criminal? Si lo son, ¿en qué se basan para hacer tal acusación? ¿En qué corte mundial o en que lista de terroristas se encuentran estas organizaciones?

Y hablando de patrocinadores. ¿Quién patrocina a las señoras Ann Sparanese y Rhonda Neugebauer que pelearon con tanto esfuerzo a base de desinformación y mentiras para que ALA no apoyara a los bibliotecarios independientes? Estoy enterada por un correo electrónico de Rhonda Neugebauer que ella trató de transmitir por fax al señor Acosta el reporte de ALA. ¿Estas señoras son americanas? ¿Cuáles son sus agendas? ¿Qué las motiva a inmiscuirse en asuntos cubanos e impedir que cubanos (aunque sean minorías) en Cuba abran sus bibliotecas independientes? La misma razón que que se esgrime para descalificar al señor Kent, por no ser cubano, se podría usar contras estas señoras.

Y por último, si es verdad que en Cuba no hay libros prohibidos y los cubanos pueden ir a sus bibliotecas oficiales a leer lo que les de su realísima gana, entonces ¿qué les importa al Gobierno cubano y al señor Acosta que alguien tenga una biblioteca en su casa y que preste sus libros? ¿Qué daño le hacen a la sociedad estos bibliotecarios independientes? ¿Será que el conocimiento da poder, y el poder en Cuba sólo puede estar en manos de una sola persona?

Respetuosamente,
Alba Herrera-Rohdes