El artículo ¿Políticamente correcto? del señor Rafael López Ramos, de Vancouver, publicado en Encuentro en la red (29 de enero del 2001) confirma la justeza de un antiguo refrán popular, uno de los muchos con que nuestros abuelos trataban de iluminarnos el camino desde su sabiduría: "Dime de qué presumes y te diré de qué careces".

Resulta que para el señor López Ramos, desde una cátedra más alta que la de san Pedro y en un tono fundamentalista que contradice los cánones del credo que dice profesar (el de la democracia, los derechos, la libertad, etc.) es inadmisible que una organización profesional prestigiosa como A.L.A. (Asociación de Bibliotecas Americanas), tras escuchar puntos de vistas contrapuestos sobre el tema de las llamadas "bibliotecas alternativas" en Cuba, y de haber investigado el asunto por sus propios medios (lo cual no menciona el señor López Ramos), haya arribado a conclusiones que no satisfacen sus expectativas personales, y los del grupo del Sr. Robert Kent, que son idénticas. Y como en tres niveles de votación de A.L.A. se votó unánimemente a favor de una postura que no satisface a estos señores (lo cual no mencionan ni el señor Kent ni el señor López Ramos), pues nada mejor que arremeter contra A.L.A., contra quienes se opusieron en la audiencia de Washington a las campañas de mentiras y difamaciones del señor Kent, y por extensión, contra el ambiente "académico, intelectual de Norteamérica".

"No hay nada como un día tras otro", reza otro excelente refrán de nuestros abuelos, que se pinta solo para la ocasión: no ha tenido que transcurrir mucho tiempo, ni suceder cataclismo alguno para que el señor Kent, sus patrocinadores y voceros se hayan visto obligados a abandonar el tono melifluo y las poses angelicales bajo las cuales escondan la gorra y, despojándose de las vestiduras de vírgenes vestales, se lancen al ruedo de las amenazas y las agresiones directas contra quienes piensan y actúan de forma diferente a ellos, con una rabia y frustración que no pueden disfrazarse.

Si esta arremetida del señor López Ramos y de los intereses que el señor Kent encarna son motivados por una decisión soberana de una institución norteamericana profesional como A.L.A., ¿qué se puede esperar que ocurra cuando 167 países expresen como recientemente lo hicieron en la ONU, su condena al bloqueo norteamericano contra Cuba? ¿Qué actitud esperar de ellos ante los millones de cubanos que piensan y actúan diferente, o sea, que apoyan y defienden la Revolución?