Héctor Palacios Ruiz, psicólogo y sociólogo, es fundador de varias organizaciones opositoras al régimen de Fidel Castro. Ha sido víctima de más de sesenta detenciones policiales y su pensamiento político se ha decantado hacia tendencias liberales. Actualmente reside en La Habana, donde ha organizado y dirige el disidente Centro de Estudios Sociales en Cuba.

¿Puede hacer una síntesis de su trayectoria en la oposición interna cubana?

Sí, es en los 80, cuando la crisis de la embajada del Perú, que empiezo a adoptar una posición disidente absoluta. A partir de todos aquellos maltratos, mítines de repudio, etc., desapareció todo lo que me quedaba de afinidad con la revolución. Los sucesos de 1980 aceleraron mi separación del proceso revolucionario. Encontrar un camino que me condujera hacia la lucha por la libertad y la democracia no fue tarea fácil. La represión era tremenda. Y bueno, mi vinculación, podríamos decir, organizada a la oposición se produce en l989, con el movimiento de Derechos Humanos que se desarrolla en el país alrededor de los años 86 y 87.

Ya a inicios del 89 fundamos una organización que se llamó Radicales y Demócratas en la que me doy a conocer como opositor público. Te podrás imaginar la conmoción que esto ocasionó dentro de mi círculo de amistades, muchas de la cuales estaban integradas al sistema. Esta agrupación tenía un carácter clandestino porque los años 80 no son los años 90. No existían en el país ni siquiera ocho organizaciones opositoras. Más tarde, a principios de los 90, fundamos lo que se llamó Movimiento Acción Cívica Nacional, que representaba la acción de 43 grupos opositores y que ya adquiere un acento propiamente político.

Tomamos entonces un camino liberal: es así como el 10 de diciembre de 1993 fundo el Partido Solidaridad Democrática, creo que bien conocido por la oposición. Un partido que se estableció en toda la Isla, en todas las provincias, en más de 96 municipios, y que cuenta con miles de activistas en sus filas.

Como comprenderás, esta lucha no puede llevarse a cabo sin consecuencias en un país como el nuestro. Me han llevado dos veces a las cárceles y he sido detenido en no menos de 60 ocasiones a lo largo de esta carrera política. Creo que el año de más represión directa contra mí (fui detenido en más de 15 oportunidades), fue cuando Concilio Cubano. También fui fundador de Concilio y uno de los delegados electos en su primera reunión.