Viernes, 24 enero 2003 Año IV. Edición 541 IMAGENES PORTADA
Sociedad
Y sin embargo, se mueve

A propósito de la Primera Conferencia Nacional de la Corriente Socialista Democrática Cubana.
por DIMAS CASTELLANOS, La Habana  

A pesar de los esfuerzos gubernamentales por que todo continúe igual, Cuba cambia. Cierto que los cambios no se efectúan al ritmo necesario o deseado, pero algo se está moviendo. Ese es el dato importante.

A pesar del carácter coyuntural, tímido y limitado de las reformas económicas emprendidas durante la pasada década por el Gobierno, en 2002 y el comienzo de 2003 se han producido nuevas manifestaciones de que Cuba, contra la voluntad inmovilista del régimen, se mueve. La recogida y presentación al Parlamento de más de 11.000 firmas por el Proyecto Varela; el discurso del ex presidente James Carter en la Universidad de La Habana, trasmitido por radio y televisión a todo el país; el otorgamiento por el Parlamento Europeo del Premio Sajarov al luchador Oswaldo Paya Sardiñas; la encuesta a más de 30.000 ciudadanos que la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada y medio centenar de asociaciones de la sociedad civil han realizado en todo el país con el Anteproyecto de la Carta de Derechos y Deberes de los Cubanos; los más de 780.000 ciudadanos que no concurrieron a las urnas, anularon las boletas o las depositaron en blanco durante las pasadas elecciones municipales; y el permiso del Gobierno a Oswaldo Payá para viajar a Estrasburgo y recibir el premio otorgado, son claras señales de cambios.

La más reciente manifestación de cambio ha sido la celebración de la Primera Conferencia Nacional de la Corriente Socialista Democrática Cubana (CSDC), efectuada entre el 16 y el 18 de enero en el municipio de Centro Habana. Conferencia que fue pospuesta el pasado año por las inaceptables condiciones exigidas por la policía política.

La CSDC, fundada hace 11 años, después de atravesar las más difíciles pruebas ha resultado un partido socialdemócrata moderno, estructurado en todo el país, con una extendida red de miembros, simpatizantes y amigos de los más disímiles sectores, cohesionado alrededor de un conjunto de principios, con proyectos definidos y creciente reconocimiento internacional.

A pesar de algunos intentos por impedir la participación de los delegados de la provincia Granma y de no otorgársele visa a los eurodiputados Jannis Sakellariou, del Partido Socialdemócrata Alemán, y Emilio Menéndez, del Partido Socialista Obrero Español —ambos designados por el Grupo Parlamentario del Partido de los Socialistas Europeos—, la Conferencia se desarrolló en un ambiente de total tranquilidad, con la participación de 40 delegados nacionales de nueve provincias, un nutrido grupo de invitados y delegaciones del Centro Internacional Olof Palme de Suecia, del Partido y la Juventud Socialdemócrata de Suecia, del Partido Liberal Sueco, del Partido de la Izquierda Democrática de Italia y un miembro del Partido Socialista Belga Flamenco.

En un amplio salón —presidido por una foto de Diego Vicente Tejera, fundador del socialismo democrático cubano, escoltada al fondo por una amplia tela rotulada con el símbolo de la socialdemocracia internacional y el lema "Justicia y Solidaridad. Hacia una concertación progresista"—, se realizó la inauguración oficial, con las palabras del secretario general de la CSDC en Ciudad de La Habana, seguida de un brindis que contó con la participación de unas 80 personas, entre delegados e invitados extranjeros.

Tuvieron entonces lugar la presentación y discusión del Informe Central; las reuniones de coordinación y presentación de ponencias del Movimiento Juvenil Socialista Democrático y del Movimiento de Mujeres por una Izquierda Democrática; el debate de los proyectos agrupados en los Cuadernos del 2002 concentrados en el proyecto económico y especialmente en el social —que contiene temas polémicos como la sexualidad, la prostitución, la situación de la tercera edad y el problema de la vivienda, entre otros.

En la última sesión se presentaron tres ponencias: La teoría de la transición, por el Centro de Estudios del Socialismo Democrático; Hacia un arco progresista —un proyecto de concertación de asociaciones que coinciden en priorizar la justicia social y la solidaridad—, por el Partido del Pueblo; y la Situación económica de Cuba, por Osmar Laffita.

Resultaron particularmente emocionantes los mensajes de saludo y apoyo trasmitidos por los invitados extranjeros presentes y los mensajes de solidaridad enviados por partidos socialistas y socialdemócratas de Alemania, Austria, Israel, España, del Presidente del Grupo Socialista del Parlamento Europeo y de una simpatizante de la CSDC radicada en Italia.

Del escrutinio de las elecciones realizadas en todas las delegaciones de base emergió un nuevo secretariado integrado por nueve miembros, que encabeza Manuel Cuesta Morúa (reelegido Secretario General y quien tuvo a su cargo la lectura de la Declaración Final y el discurso de clausura).

La Primera Conferencia Nacional de la CSDC constituye una fuerte señal, enviada por la nueva sociedad civil que está emergiendo del contexto en transición. Una prueba irrebatible de que Cuba, a pesar de los esfuerzos inmovilistas, sí se mueve.


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