| Miami, la ciudad más pobre de EE. UU. |
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| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ |
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En apenas diez años Miami se ha convertido en la ciudad más pobre de Estados Unidos, según indicaron las cifras del Censo 2000 reveladas este miércoles.
Las estadísticas señalaron a Miami con el 31.9 por ciento de su población viviendo bajo los niveles de pobreza, superando en la amarga lista a ciudades como Nueva Orleans (28.4 %), Atlanta (27.9 %), Newark (26.5 %) y Fresno (26 %), todas con 250 mil habitantes o más.
Miami —el mayor municipio de los que integran el Condado Miami-Dade— tiene una población de 361 mil habitantes. De acuerdo con los criterios del censo, una familia de cuatro miembros es considerada pobre cuando el ingreso total no rebasa los 17 mil 603 dólares anualmente.
El condado Miami-Dade, con una población de 2.2 millones, ocupó el lugar 16 entre las zonas más pobres del país, con más del 20 por ciento de sus residentes en condiciones de pobreza.
El panorama de Miami resulta más desalentador en estos años de recesión económica, pasado el esplendor financiero y expansivo que favoreció al país desde comienzos de los 90.
Ese boom económico fue aprovechado entonces por ciudades como Laredo, Texas, Detroit y Michigan —que figuraron como las más pobres en el Censo de 1990— para desmarcarse de Miami y dejarla en el indeseable primer puesto de la mendicidad estadounidense.
"Esta es una ciudad de grandes contrastes", opino Carlos Giménez, actual administrador de Miami. "Se encuentran ricos y muy ricos junto a personas muy pobres, pero lo que no tenemos es una clase media fuerte... Y tenemos que encontrar las vías para hacer regresar la clase media a la ciudad".
Pero el momento no parece el mejor, con un índice de desempleo de 10,5 por ciento, el mas alto entre todas las ciudades del Estado de la Florida.
El recién electo alcalde de Miami, el abogado cubanoamericano Manny Díaz, sustentó su campana electoral en planes para combatir la pobreza y traer la inversión a todos los barrios de la ciudad, no solamente a los vecindarios opulentos de Brickell —distrito financiero— y Coconut Grove.
La escasa diversificación económica y la ausencia de un liderazgo político local capaz de enfrentar ese reto, es un factor crucial en este estancamiento.
Pero los analistas mencionan también otros factores de peso en el sur de la Florida a la hora de entender esta "pobreza extrema" de Miami, la ciudad que al mismo tiempo llena de glamorosas imágenes el catálogo turístico internacional.
En primer lugar, el inmenso flujo de inmigrantes que ha tenido que asimilar la región, lo que ha disparado vertiginosamente su población durante la última decada. Las estadísticas indicaron que por primera vez en la historia de Miami-Dade, más de la mitad de sus residentes (51%) son nacidos en el extranjero; de ellos, el 61 por ciento viven en la municipalidad de Miami.
Un salto que los especialistas califican de "inusitado" y "monumental" en el panorama de la nación.
"Es como pasar a través de un umbral mágico", manifestó el profesor Thomas Boswell, experto en inmigración de la Universidad de Miami. "No hay otra zona metropolitana de importancia en los Estados Unidos que tenga un porcentaje tan alto de inmigrantes: estamos hablando de la mayoría de una población".
El otro factor importante es que el 23 por ciento de la población del Estado de Florida tiene 65 años o más, y que casi una tercera parte de esos "viejitos" se concentra en el área de Miami. Estas personas viven de un ingreso fijo, pero muy bajo, el cual no mejora con la economía ni se beneficia de nuevos empleos.
Las expectativas del mejoramiento económico de Miami a mediano y largo plazos están cifradas en una emisión de bonos por 5 millones de dólares, una iniciativa que los votantes aprobaron en las elecciones de la pasada semana.
Los bonos servirán como incentivo económico, y redundarán en el desarrollo urbanístico y el mejoramiento de las zonas necesitadas de la ciudad.
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