Viernes, 24 enero 2003 Año IV. Edición 541 IMAGENES PORTADA
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Venezuela: Mensaje urgente

por CARLOS V. LóPEZ Parte 3 / 3

En Venezuela he trabajado todo el tiempo en aerolíneas privadas. Mi esposa tiene un pequeño negocio en casa, y a veces ejerce como maestra particular. Nuestros hijos iban a una escuela del gobierno, pues, como a muchos venezolanos también sucede, mi magro salario me impide pagar la tarifa mensual de una simple escuela primaria privada para dos niños. No es que fuera la mejor democracia del mundo, pero antes de Chávez al menos se vivía en paz. En 1999 mi familia y yo vivimos de cerca la tragedia del Estado Vargas: un gran deslave de agua y tierra como consecuencia de intensas lluvias, que arrasó con miles de casas y segó la vida de cientos de personas, en lo que es considerado el peor desastre natural de Venezuela en toda su historia. Aún hoy se viven las secuelas. Este Gobierno "revolucionario" rechazó la ayuda financiera del Gobierno norteamericano para restablecer la normalidad del Estado en unos pocos años. Sin embargo, aceptó la "desinteresada ayuda solidaria del hermano Fidel". Ayuda médica de unos doctores esclavos que no cobran nada y viven aquí en barrios casi marginales, rodeados de delincuentes, a cambio de barcos repletos de petróleo y sus derivados. Esto es, sin duda, un negociazo para Castro, y en parte para Chávez, que de alguna manera justifica la injerencia cubana y la presencia de cubanos comunistas en este país.

Como en casi toda Latinoamérica, aquí los salarios son muy bajos y los precios de los productos y servicios de Primer Mundo. La situación económica del país antes de Chávez no era muy alentadora, pero no existía el caos, el odio y la violencia política que hoy se vive. Como en Cuba, hay familias divididas por miembros chavistas y no chavistas, que se odian a matar, lamentablemente. No se sabe qué va a suceder con este paro, que nos está hundiendo cada día más. Todo sea por un mejor futuro, pero ya muchos han empezado a mostrar síntomas de no poder soportar la carga. Se está enviando mucha gente a sus casas, sin cobrar sus salarios, con lo que aumentará el hambre, la miseria y por ende la delincuencia. Hay escasez de todo tipo de productos de primera necesidad: harina de trigo, harina de maíz, azúcar, leche fresca, vegetales, etcétera; también del gas doméstico y la gasolina. En un país sin ferrocarril, todo se mueve por carretera. El desabastecimiento es más crítico en unos lugares que en otros, por lo que no se descartan brotes de protesta sumados al caos político. Mis hijos ya no van a la escuela bolivariana (del Gobierno) en que estudian, las únicas gratis donde en contra de mi voluntad puedo tenerlos. Hay algunos maestros simpatizantes de Chávez dispuestos a enseñar, pero no lo suficientes, por lo que padres chavistas —como verdaderos talibanes— amenazan irrumpir con acciones violentas contra las puertas cerradas de los colegios, exigiendo maestros para sus hijos; no por el afán de que aprendan, sino por hacerse valer y amedrentando a la gente no-chavista, ya que ellos "están con el comandante Chávez". Bajo esas circunstancias, mi esposa ya ha decidido con más razón que nunca y ante circunstancias tan especiales ejercer su verdadera profesión en casa, con nuestros propios hijos. Lo único lamentable es que perderán el año escolar legal.

Por favor, si sigo hablando de los desmanes de este Gobierno de Chávez y del que tenemos en Cuba, podemos completar varias enciclopedias. Sólo pido a quien lea este mensaje y nos quiera ayudar a salir de este nuevo infierno en que lamentablemente mi familia y yo, así como el noble pueblo venezolano, hemos caído, me contacte a mi dirección de correo electrónico urgentemente. Temo por mi seguridad y la de mi familia, no veo ningún futuro aquí para nosotros. Siento mucho dolor por todo, pero comprendo que los venezolanos deben y pueden resolver esta situación. Es nuestro deseo ayudarlos, pero debemos respetar ese derecho. Mi familia y yo sólo queremos emigrar de aquí cuanto antes. Si hay alguien que pueda brindar ayuda, consejos y recomendaciones, se lo agradeceremos infinita y eternamente.

Muchas gracias

Carlos López Díaz
E-mail: carlosvlopezdiaz@hotmail.com
Teléfono: (58) 416-7200980, Venezuela.

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