Miembros de las paramilitares Brigadas de Respuesta Rápida

AFP/ El Gobierno de Cuba afirmó este jueves que el asalto realizado la víspera por una veintena de personas en la embajada de México en La Habana, donde ingresaron tras violentar la entrada con un autobús —supuestamente para solicitar asilo—, fue una maniobra orquestada por el exilio de Miami.

Como ya es habitual en estos casos, Castro culpa a agentes externos de sus problemas internos: "Se trata de una grosera provocación organizada abiertamente desde una Emisora Oficial del Gobierno de Estados Unidos", señala el comunicado gubernamental, que acusa a Radio Martí, emisora con sede en Miami, de manipular y tergiversar información para alentar a los cubanos al exilio.

Poco menos de una veintena de personas, a bordo de un autobús secuestrado, embistieron la noche del miércoles el enrejado de la embajada de México para atrincherarse dentro del edificio, en aparente demanda por abandonar la Isla, indicó a la AFP una fuente allegada al Gobierno de Fidel Castro. Al menos uno de los que intentó refugiarse en la sede diplomática azteca resultó herido en la colisión y fue retirado del lugar en una ambulancia, según comprobaron periodistas de la AFP en el lugar.

Enseguida el régimen desplegaba sus efectivos —policías y cientos de paramilitares de las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida—. Agentes con perros arremetieron contra civiles que se encontraban a unos 200 metros de la legación diplomática mexicana siguiendo los sucesos, para obligarlos a retroceder y dispersarse, en una acción donde varias personas resultaron mordidas por los canes y apaleadas. Dos periodistas de la agencia Rauters también fueron heridos.

De acuerdo al comunicado oficial del Gobierno cubano, el asalto a la embajada fue obra de "elementos lumpen y antisociales... aparentemente concertados", que fueron alentados por "informaciones manipuladas y cínicamente tergiversadas" desde la emisora Radio Martí.

Según el comunicado, la emisora informó que el canciller mexicano Jorge Castañeda había dicho, durante un acto que tuvo lugar la noche del martes en Miami, que "las puertas de la Embajada de su país en La Habana están abiertas para todos los ciudadanos cubanos, y agregó que del mismo modo lo está México".

Esa información ofrecida "fuera de contexto", "era una llamada abierta a ocupar la embajada de México en Cuba", sostuvo el régimen de Castro, para precisar que "en total, la falsa y pérfida noticia fue divulgada ocho veces" en la jornada pasada.

"Lo que Castañeda dijo en Miami es lo mismo que dijo aquí en La Habana (durante la visita que realizó junto al presidente Vicente Fox el 3 y 4 de febrero pasados): que esta embajada esta abierta a todas las corrientes de opinión, pero eso es una cosa y otra cosa es aceptar gente para sacar del país", había explicado horas antes el encargado de negocios de la legación diplomática mexicana, Andrés Ordóñez.

Sin embargo, la advertencia de Ordoñez no impidió que horas más tarde un grupo de cubanos rompiera las barreras de seguridad en torno a la embajada en La Habana, embistiera con un autobús y se refugiara en su interior, donde permanece atrincherado sin que hasta el momento haya hecho públicas sus reivindicaciones.

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