AFP/ Washington. En total 91 prisioneros de la base estadounidense de Guantánamo en se negaron a alimentarse el domingo de mañana, a pesar de las conversaciones del comando del campo con los 300 prisioneros de Afganistán, indicó un portavoz militar.

"Noventa de ellos decidieron no tomar su desayuno (el domingo) y 91 se negaron a cenar el sábado por la noche", declaró el portavoz, capitán Alan Crouch.

El número de huelguistas de hambre era de 70 el sábado al mediodía y de 91 el sábado por la noche.

Según Washington, el movimiento había comenzado el miércoles con 154 huelguistas de hambre para obtener sobre todo el derecho de rezar con turbante. Los militares estadounidenses habían impedido originalmente el uso de turbantes, por temor a que pudieran esconder allí armas. Luego aceptaron su uso, pero las inspecciones de los detenidos están autorizadas en cualquier momento.

Por lo demás, indicó el oficial, los detenidos deberán recibir en poco tiempo más libros en varias lenguas, al margen del Corán.

Interrogado telefónicamente por la AFP acerca de las razones de la continuación de este movimiento, el portavoz declaró: "Pensamos que hay una inquietud permanente por su futuro".

Es lo que surge, según el capitán Crouch, de las conversaciones que el general Michael Lehnert, comandante del campo, mantuvo "directamente o a través de intérpretes con todos los detenidos".

"El general les garantizó que serían ecuánimemente tratados y juzgados", dijo el vocero, y subrayó que "no se tortura" durante los interrogatorios.

Los 300 detenidos —de 32 nacionalidades diferentes según el portavoz— talibanes o de Al Qaida —la red del extremista islámico Osama bin Laden, acusado por Estados Unidos de ser el cerebro de los atentados del pasado 11 de septiembre contra su territorio—, fueron trasladados desde Afganistán a Cuba e ignoran si, cuándo y cómo, serán juzgados.

No tienen acceso a un abogado, no están formalmente inculpados de ningún delito y no se ha abierto ningún proceso judicial en su contra. Washington se negó a otorgarles el estatuto de prisioneros de guerra.

Seis prisioneros, que también se habían negado a ingerir líquidos, fueron hidratados el sábado por vía intravenosa, uno de ellos por la fuerza, ya que se negó a recibir asistencia médica. Fueron devueltos al campo Rayos X el mismo sábado, según el capitán Crouch.

Un séptimo detenido fue alimentado por vía intravenosa el domingo en la enfermería del campo.

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