| De Bagdad a La Habana |
|
| Prácticas y similitudes de dos regímenes consanguíneos: La tecnología al servicio de la intimidación. |
 |
| por MIGUEL RIVERO, Lisboa |
Parte 2 / 2 |
Fueron nombrados sesenta traidores, entre ellos más de veinte altos dirigentes del partido Baas, hasta ese momento considerados los más fieles seguidores de Sadam Hussein.
Cuentan que las imágenes captan a un auditorio completamente aterrorizado, que estalló en frenéticos aplausos cuando terminó la lectura de la macabra lista. Eran los aplausos de alivio de los cerca de trescientos que habían permanecido en la sala. Por lo menos, aún no les había llegado el turno.
Poco después, los miembros de la más alta dirección del partido fueron invitados a participar en los pelotones de fusilamiento. Era el pacto de sangre con el nuevo Líder Máximo. Por supuesto, estas escenas también fueron filmadas. En las semanas que siguieron a aquella reunión histórica, otras decenas de traidores fueron fusilados o ahorcados en otras regiones del país.
Sadam Hussein se encargó de que el vídeo fuese profusamente divulgado, primero entre los militantes y simpatizantes del partido Baas. No tuvo que pasar mucho tiempo para que todos los ciudadanos tuvieron conocimiento de que Sadam hacía honor al significado en árabe de su nombre.
Desde esa fecha no han cesado los escarmientos en Bagdad. En 1990, el general Al Hazzaa cometió la osadía de contradecir a Sadam Hussein. Antes de ejecutarlo, le cortaron la lengua. Como medida profiláctica, su hijo mayor también fue asesinado.
El 15 de marzo de 1990 fue ahorcado en Bagdad el periodista Farzat Bazoft, colaborador del semanario británico The Observer. Las informaciones que enviaba para Londres no eran del agrado del régimen.
Ciertamente, hay diferencias entre los métodos de Hussein y de Castro, pero ambos han encontrado en los vídeos y la televisión instrumentos adecuados para lanzar sus campañas de intimidación y de terror.
El vídeo aleccionador cubano más reciente fue el relativo a la separación de su cargo de Roberto Robaina, ex ministro de Asuntos Exteriores, y que parecía una de las estrellas en ascenso en la constelación de dirigentes.
El mensaje debe llegar "fuerte y claro" (como se responde en términos militares) a la nomenclatura cubana y el resto de la población. Se trata de un régimen que no se anda con contemplaciones. Uno de los cinco generales proclamados héroes de la República de Cuba (caso Ochoa) desparece físicamente de la escena en el hasta ahora último juicio de corte estalinista que recuerda la historia. El insignificante Robaina sirve para mandar recados a aquellos que puedan abrigar algunas ideas reformistas.
Según los que han visto el vídeo del caso Robertico, Raúl Castro es particularmente duro cuando le advierte acerca de sus conversaciones con el ex ministro de Exteriores español, Abel Matutes, o cuando le censura que nada aprendió del caso Carlos Aldana y su tendencia a la perestroika.
Es cierto que las cubanas no son tan espectaculares como las puestas en escena de Hussein, pero algo en común existe en los propósitos que persiguen los regímenes de Bagdad y La Habana. La incondicionalidad al Líder Máximo debe ser total.
| Salto a cont. |
Volver: Inicio » |
|
|
|
|
