Pablo Llabre, ex director del Grupo de Trabajo de la Disidencia Cubana, fue acusado esta semana de robar fondos federales. De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Llabre utilizó para uso personal 18.000 dólares que la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) le envió a la organización que dirigía, entre febrero y mayo de 1999.
La agencia estadounidense le otorgó al grupo unos 250.000 dólares en 1998 y 1999, destinados a ayudar a los presos políticos cubanos.
Al comparecer ante la corte, a Llabre se le designó un defensor público y una fianza de 100.000 dólares.
El ex activista, de 49 años, negó las acusaciones. Si es encontrado culpable, podría ser sentenciado a una pena máxima de10 años de prisión.
Llabre, abogado de profesión, integró en Cuba la llamada Corriente Agramontista, cuya representación en el extranjero asumió desde su llegada a Miami a comienzos de los años 90.