Aguas baldías |
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Con el malecón habanero como centro, se desarrolla esta serie de fotografías de Manuel Piña. |
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por DENNYS MATOS, Madrid |
Parte 2 / 2 |
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Precisamente la microhistoria, como recurso de sujetos que construyen la alteridad frente a las visiones establecidas, es la estrategia que práctica el autor en su instalación Puro ruido. Consiste en una serie de pedestales emisores de murmullos, pero al acercarnos distinguimos que son conversaciones mantenidas por el artista con diferentes personas, cubanos y extranjeros, abordando distintos aspectos de la revolución, particularmente los años 60, cuando la Isla vibró bajo la utopía y el romanticismo de sus promesas. Ello genera una multiplicidad de visiones sobre el mismo fenómeno, complicadas y contradictorias como lo es la propia naturaleza de la revolución. El debate, las opiniones encontradas escuchadas por el espectador, son un índice de las que en su día enfrentaron a medio mundo en pro y en contra del proceso revolucionario. Es como si el autor tratará de establecer una analogía entre Cuba y lo que Focault llamó "heterotopía", es decir, un espacio cuya importancia no radica tanto en su presencia física como en el lugar que ocupa en el campo de las ideas.
En este sentido, la obra de Piña denota una postura nostálgica no por la revolución, sino por el espacio utópico hacia el cual en algún momento ésta pudo proyectarse. Pero no existe el distanciamiento necesario para establecer un análisis crítico sobre esta analogía —por cierto, no pocas veces instrumentalizada ideológicamente por los enunciados del poder revolucionario—, por lo que se indefine el núcleo significativo de la instalación situando nuevamente el horizonte interpretativo de la obra dentro de un discurso histórico-político que desactiva la singularidad desplegada en otros trabajos. Ello la conecta —peligrosamente— con un arte de contenido político e ideológico, oportunistamente contestatario, que funciona como escaparate en materia de permisibilidad y tolerancia cultural. Algo de lo que una propuesta como la de Manuel Piña ya se había distanciado desde sus inicios.
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