| Changó con conocimiento |
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| Teatro en Miami, una puesta en escena cuyo discurso potencia visiones alternativas. |
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| por ALEJANDRO RíOS |
Parte 2 / 2 |
"El público siempre se sorprende con nuestras piezas por lo impredecibles que resultan", explica Elizabeth Doud, nacida en los Estados Unidos y educada en Sevilla, España. "Entran pensando en el teatro tradicional y se asombran cuando la anécdota deriva hacia la danza, la gestualidad y otros movimientos, en transiciones muy sutiles, encadenadas, sin intermedio durante casi una hora de verdadera catarsis".
Por su parte la actriz cubanoamericana nacida en Nueva York, Jennylin Duany, miembro fundadora de la compañía desde que se creara en 1995, considera que la trilogía especula sobre el tejido humano de la ciudad en su primera parte, luego explora las relaciones personales y ahora, con Changó, pasa a la introspección.
"Trabajar con Giovanni ha sido totalmente liberador para mí", confiesa Duany. "Según su poética soy una intérprete, no una actriz ni una bailarina. Es un concepto más amplio, donde no funcionan los estereotipos ni las recetas preconcebidas que tanto lastran las potencialidades del artista. En sus obras me lanzo y siento que me da 'changó', para decirlo en un término más directo".
Teatro, danza, mímica, cine en vivo, poesía en imágenes, Changó con zapatos borra las fronteras de los géneros y ofrece al público "una experiencia alternativa", según palabras de Luquini, quien agrega sobre su forma de reflexionar y deleitar al público: "Creo en lo impredecible y me atraen los gestos que representan rituales de interés universal. Haciendo uso del poder primigenio y el tiempo de danzas contemporáneas y étnicas, combinando música con drama, se puede abrir la puerta de muchos sentimientos ocultos que dormitan en cada uno de nosotros".
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