| Tomás Sánchez: 'cuidar el medio ambiente es cuidarnos unos a los otros' |
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| Una mirada plástica que reflexiona sobre los estados meditativos, la espiritualidad del hombre y su lugar en el planeta. |
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| por DENNYS MATOS |
Parte 1 / 2 |
La exposición de los primeros cuadros de Tomás Sánchez a principios de los 80, marcó el inicio de una de las obras más originales en el contexto de las artes plásticas latinoamericanas de las últimas décadas. Sus obras asumen la relación del hombre con su entorno natural como fuente de energía meditativa, buscando un equilibrio ideal entre su mundo interior y las contradictorias manifestaciones exteriores del mismo.
Esta postura ha evolucionado hasta llegar en Obra reciente (2001), título de su última exposición en la galería Marlborough de Madrid, a una especie de mesianismo de trasfondo tolstoiano, en el sentido de que la primera revolución es la que debe hacerse dentro de uno mismo. Donde las representaciones paisajísticas, de profunda inspiración ecológica pasan a ser figuras simbólicas de los estados del alma.
Por lo que puede verse, desde tus primeras obras a principios de los 80 y hasta la actualidad, el paisaje ha sido tu fuente temática fundamental.
Bueno en este caso, sigo haciendo paisaje y, como has dicho, la temática sigue siendo más o menos la misma. Pero sí, ha variado el concepto. En estas obras no es el paisaje por el paisaje. Los cuadros, generalmente, hacen referencia a otros temas. Por ejemplo, en la obra donde aparece un paisaje con río, el tema central es el fluir. Lo que representa, lo más importante es esencialmente el fluir del río como energía y estado de purificación natural. También hay otras como La expectativa o El reto, que ilustra un hombre caminando hacia un tornado, donde más que retratar un paisaje, lo que hago es emplearlo para expresar actitudes humanas o fases mentales. En algunos casos, son sencillamente estados de meditación.
¿Los estados de meditación y quietud son representaciones constantes en tus obras?
Hay trabajos en los que el tema es la meditación y la quietud, pero también estoy retratando estados mentales intermedios. No sólo, el de meditación que es limpio, estático y muy puro, sino también los estados que lo anteceden o intermedios, que pueden ser de inquietud, respecto a las expectativas y actitudes a las que se enfrentan los seres humanos. Todo ello relacionado con la acción de fluir. Esto va ser una constante, porque es lo que más me interesa en la vida. Yo creo que la humanidad está compuesta de individuos y, para solucionar los problemas de la humanidad, primero hay que empezar a solucionar los problemas del individuo. Para solucionar los problemas de la humanidad hay que tener mucho amor. Dicen los mandamientos que debes amar tanto a tu prójimo como a ti mismo. Si uno no se ama, no tiene punto de referencia para amar a los demás. Por eso hay que solucionar primero los problemas que tiene uno mismo, para luego solucionar las cosas del mundo. Si no te amas no conseguirás la paz y, de esa manera, nunca podrás trascenderte.
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