| Cuando el río suena, basura trae |
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| Sobre los títulos vectoriales de la prensa oficialista nacional. |
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| por EMILIO ICHIKAWA MORIN, Nueva York |
Parte 2 / 2 |
La guerra, como era de esperar, la dirige Fidel Castro. Es él quien manda a "guapear" por la ciudad, a mantener el "tanque" cerrado, a dar el "jaque", a impedir que el mosquito "pique y se extienda". Esta terminología recuerda lo mismo a José Martí ("impedir que se extienda con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América") que a Bobby Salamanca ("nos vamos a extrainning", "hizo triple el doblete"). A continuación, una pequeña muestra de estos titulares:
-"Tropas frescas a la capital"
-"En tanque cerrado no entran larvas"
-"Cuando el río suena, basura trae"
-"Fidel en terreno de combate al Aedes aegypti"
-"Fidel en el centro del combate contra el Aedes aegypti"
El periódico Granma insiste en los tópicos, pero es un poco más grave; accediendo a ser más ridículo, se torna menos obsceno. La mayoría de estos titulares son más extensos, a veces como párrafos explicativos que ponen en duda la eficacia periodística de los mismos. El diario trata de ser más convincente como voz oficial del Partido: "Estamos ganando esta batalla". Describe el estado del frente, es decir, ofrece el parte de guerra: "Fuerzas y medios en tensión en la capital". Y por supuesto, amonesta y alecciona: "La indisciplina es mas dañina que el mosquito".
Con más discreción, pero con igual obscenidad, el Granma deja constancia del duelo entre el Aedes aegypti y el Comandante en Jefe: "Ofensiva contra el Aedes aegypti. Presidió Fidel Castro reunión con las fuerzas que librarán la batalla contra el mosquito en la capital".
Se ha comparado a Fidel Castro (¿ya no es el compañero Fidel?) con Stalin, pero, en honor a la verdad, al menos este último libró una guerra descomunal contra la Alemania nazista; y se le ha asemejado también a Mao, aunque un gorrión, con todo y la tristeza, puede ser un enemigo más respetable que un simple mosquito. Se podría decir que todo esto es el colmo de la irracionalidad, pero el castrismo no tiene límites, y siempre hay una cos nueva en arte de gobernar tan equina.
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