Martes, 24 septiembre 2002 Año III. Edición 457 IMAGENES PORTADA
Opinión
Según la brisa que sopla

De cómo la política exterior del régimen cambia de palo pa' rumba.
por MIRIAM LEIVA, La Habana Parte 1 / 2
Praga
Primavera de Praga. Manifestantes contra
la ocupación soviética

El canciller Felipe Pérez Roque, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el pasado 14 de septiembre, ha puesto en duda la memoria histórica de la nación. En él señaló que, luego de los acontecimientos del 11-S, el Gobierno de Fidel Castro suscribió y ratificó los doce convenios internacionales relativos a la lucha contra el terrorismo, y aprobó una ley nacional al respecto; el jefe de la diplomacia cubana asegura que ahora se dispone a ratificar el Tratado de Tlatelolco, firmado en 1995, y a adherirse al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP). Además, se opone a una nueva guerra contra Irak, al igual que se opuso a la (reciente) guerra en Afganistán, "sobre la base de consideraciones éticas y de respeto al derecho internacional".

En su discurso, Pérez Roque enfatizó: "Hay que salvar a la ONU. Cuba defiende tanto la necesidad de su preservación como la de su más profunda democratización... Cuba defiende con más fuerza la necesidad de preservar el multilateralismo en las relaciones internacionales..."

Han pasado años desde que el régimen pusiera en práctica la teoría de llevar la revolución a todas partes, entrenar y crear focos guerrilleros y acoger intensamente a opositores de distinto signo. Ya no cuenta con el respaldo económico y militar de la superpotencia soviética. Ante la urgencia de clarificar su posición respecto a los terroristas, se precipitó a adoptar cuanto tratado o acuerdo existiera para deslindarse de los nuevos ejecutores del terror internacional. Quedó atrás la posibilidad de instalar reactores nucleares tan siquiera para producir energía eléctrica, lo que le permitió, en 1995, un gesto de "buena voluntad" con la región al firmar el Tratado de Tlatelolco. Actualmente parece que hará lo mismo con el TNP.

La presente oposición de La Habana a las acciones militares resulta impresionante. ¿Qué pasó en 1968, cuando la invasión soviética a Checoslovaquia, o en 1979, cuando se desató la guerra genocida soviética en Afganistán? Si la memoria histórica no falla, el mismo Gobierno cubano apoyó resueltamente la incursión rusa y entorpeció la condena a esa guerra en la ONU, muy especialmente en el seno del Movimiento de Países No Alineados. Ahora habla de la necesidad de concertación internacional. ¿Acaso la guerra librada contra Irak en 1991, luego de su invasión a Kuwait, no contó con múltiples resoluciones de la ONU? ¿Por qué Roque no mencionó la coalición que defenestró al fascista Slobodan Milosevic en Yugoslavia (por cierto, cercano amigo de su Gobierno)? Que se sepa, las acciones en Afganistán contra los talibanes y Osama bin Laden estuvieron amparadas por resoluciones de la ONU y una amplia coalición internacional.

Salto a cont. Siguiente: El Sr. Pérez... »
1   Inicio
2   El Sr. Pérez...

Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

Naturaleza fija con extremos
EMILIO ICHIKAWA MORIN, Miami
La mar del tiempo perdido
MIGUEL RIVERO, Lisboa
El ala torcida del embargo
ARTURO LOPEZ LEVY, Nueva York
Una infamia incalificable
MIGUEL RIVERO, Lisboa
Zona de competencia
EMILIO ICHIKAWA MORIN, Nueva York
De la ley a la ley
JORGE SALCEDO, Cambridge
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
ENTREVISTA
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Mini
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Cuba libre
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.