| Robert McNamara y Castro clausuran conferencia sobre la Crisis de los Misiles |
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AFP/ La Habana. Fidel Castro y el ex secretario de defensa estadounidense Robert McNamara clausuraron el sábado la conferencia La Crisis de Octubre: una visión política 40 años después, que se realizó entre el viernes y el sábado en la Habana.
En su discurso de una hora y media ante 74 políticos, académicos y ex agentes de inteligencia norteamericanos, invitados rusos y representantes cubanos, Castro afirmó que el mundo occidental "dilapidó" en una década las ventajas obtenidas con el derrumbe del bloque socialista. Otros oradores del régimen participantes en el evento consideraron que Cuba era objetivo militar de Estados Unidos y no una eventual plataforma de cohetes soviéticos cuando sobrevino la crisis.
En la cierre de la conferencia bilateral Castro consideró que "era para que después de 10 años el mundo estuviera mucho mejor". Agregó que "los recursos se deberían haber empleado en hacer esas cosas que hay que hacer y que son esenciales desde el punto de vista humano y desde el punto de vista político y desde el punto de vista ético".
Por otra parte, el máximo representante del régimen de La Habana aseguró que el mundo está sumido "en una situación de catástrofe económica internacional", y señaló que en 10 años "han ocurrido cosas que nunca han ocurrido en la historia", tanto en la economía como en la vida política y social del mundo, y en ese sentido citó los acontecimientos del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos.
El otro orador de la jornada el ex secretario de Defensa estadounidense Robert McNamara, de 86 años, se refirió a lo que a su juicio son las dos grandes enseñanzas de la crisis de octubre de 1962.
Señaló que en el ámbito político, no se deben repetir las acciones que desarrolló Estados Unidos entonces, en alusión a los planes de asesinato de dirigentes cubanos y programas como el Mangosta, un plan de 32 acciones, encaminadas a derrocar a Castro.
La llamada Operación Mangosta, comprendía acciones en el área económica, política, militar, de inteligencia y sicológicas, muchas de las cuales se mantienen aún como secretos de máxima seguridad de Washington.
La segunda enseñanza, según McNamara, es relativa a los errores que se cometen en el campo militar y que pueden causar muertes, como las ocurridas en Afganistán cuando soldados norteamericanos dispararon contra sus colegas canadienses o contra una boda civil.
Las palabras de McNamara, llevaron al ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Dino Bruggioni a abandonar abruptamente la sala, interrumpiendo la sesión.
Castro solicitó "un gesto diplomático" para que lo hicieran regresar a la sala y, en broma, señaló que se había producido "una pequeña crisis dentro del análisis final de la crisis".
McNamara, pidió permiso para retirarse y se despidió de los presentes con estrechones de manos y con un abrazo a Castro a quien pidió que se mantuviera saludable para que pudiera participar en la próxima reunión dentro de 10 años, "yo bajaré del infierno para asistir", le dijo entre risas.
A su vuelta a la sala, Bruggioni explicó sus desacuerdos con el ex secretario de Defensa y dijo que en el caso de los errores de los militares, él no culpa a los soldados, sino a sus jefes militares y a los políticos que toman las decisiones.
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