AFP/ Santiago. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el vicepresidente de ese país, José Vicente Rangel, pensaron en "inmolarse" durante el golpe del 11 de abril pasado, pero una llamada de Fidel Castro lo hizo desistir, según ha dicho el gobernante venezolano a la revista chilena Punto Final.

Chávez señaló que en una llamada "por obra de Dios", Castro le pidió que no se inmolara como el ex presidente chileno Salvador Allende en 1973.

"Mira, Hugo, no vayas a seguir el ejemplo de Allende, no te inmoles, primero salva a tus cuadros y sálvate tú: negocia como puedas, pero no te vayas a inmolar. El camino no termina ahí", señaló Chávez a la revista chilena al contar detalles de la llamada telefónica que recibió esa noche de Fidel Castro en el palacio Miraflores.

"Estábamos en este despacho con José Vicente Rangel y su hijo Pepe. Ambos se portaron en forma admirable esa noche. José Vicente (entonces ministro de Defensa y actual vicepresidente) me decía: Hugo, no podemos rendirnos. Aquí hay que morir", expresó Chávez aludiendo al golpe de Estado que duró 47 horas.

"Le dije a Anita (esposa de Rangel) que si este día llegaba, iba a perder a su esposo y a su hijo".

Chávez dijo que Rangel estaba dispuesto a inmolarse en Miraflores "y yo pensaba hacer lo mismo".

"Fui a vestirme de combate y agarré mi pistola y fusil. Tuvimos fallas graves esa noche. No teníamos plan alternativo. Sólo contaba con los planes militares, que fueron bloqueados".

"Pedí un helicóptero y no había, pensando hacernos fuertes en otro lugar. Pero no teníamos ningún plan elaborado. Estábamos aislados y las comunicaciones cortadas", añadió.

"En eso —expresó— como por obra de Dios, cae la llamada de Fidel. Me pregunta cómo está la situación y hace cuatro o cinco preguntas".

En la conversación con el periódico chileno, Chávez recuerda la petición de Castro que aludía al dramático suicidio de Salvador Allende en el palacio de La Moneda, durante el golpe militar que encabezó el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.

Dijo que Castro "al final me dijo con voz profunda: Aquí estamos muy tristes pero en Cuba te espera tu pueblo".

El gobernante venezolano dijo que "después de la llamada de Fidel se reforzó en mí aquella opción de ganar tiempo. Tomé por un brazo a José Vicente y lo convencí que lo mejor era aceptar ir preso a Fuerte Tiuna. Le pedí que me ayudara a convencer a los demás. Creo que fue lo correcto".

La nota agrega que "cuando me despedí de José Vicente, le noté una sonrisa extraña, trágica, y le dije: 'ten cuidado con lo que vas a hacer', porque me había dicho: 'para mí ya no hay más camino'. "Le dije: 'hay más camino' y 48 horas después el propio José Vicente me estaba llamando a La Orchila para comunicarme que el golpe había sido aplastado y que me esperaban en Miraflores", expresó Chávez.

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