Un día después del exitoso paro, Chávez promulga leyes junto a Castro |
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AFP/ Caracas. Millones de venezolanos regresaron este martes a sus labores tras protagonizar una huelga general contra un paquete de leyes del presidente Hugo Chávez, quien respondió promulgando una de las disposiciones impugnadas, con Fidel Castro como testigo en Isla Margarita.
Antes de la inauguración de la III Cumbre de Jefes de Estado de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), Chávez dijo que hay una conspiración en marcha en su contra y amenazó con "ajustar las tuercas" a sus opositores.
"Vamos acelerar el cumplimiento de las leyes" objetadas por el empresariado, reiteró tras promulgar una nueva ley de pesca, flanqueado por Castro —a quien llamó "hermano y amigo"—, y aseguró que del "camino revolucionario no me apartará nada, ni nadie". Con amigos como éstos Venezuela no necesita enemigos.
Tras el mayor desafío que ha enfrentado Chávez en sus tres años de Gobierno, el retorno a las actividades se hizo este martes en un ambiente de normalidad.
El comandante de las Fuerzas Armadas Venezolanas general Lucas Rincón, advirtió que "todos los organismos de inteligencia de la Fuerza Armada Nacional están realizando un trabajo conjunto y en equipo" para detectar a grupos desestabilizadores que llaman a la desobediencia civil y militar en Venezuela.
Chávez, en el poder desde febrero de 1999, y ganador de cinco consultas populares consecutivas desde 1998, no pudo evitar el lunes el paro en que participaron unos 6 de los 11 millones de trabajadores que, según analistas, redujo su campo de maniobra.
La protesta fue convocada por el organismo cúpula empresarial Fedecámaras al cual se plegó la mayor central obrera, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), en una demostración que la oposición augura como el inicio de la caída del gobernante.
El paro fue detonado por un paquete de 49 leyes promulgadas por decreto por Chávez y dadas a conocer el 13 de noviembre, último día de vigencia de los poderes especiales que le otorgó la mayoritariamente oficialista Asamblea Nacional y que los empresarios objetaron por estatistas e inconsultas, especialmente las relacionadas con hidrocarburos, tierra y pesca.
El presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, proclamó que el empresariado y los trabajadores "somos una fuerza que hay que tomar en cuenta", y desestimó las acusaciones y amenazas de Chávez.
"No somos desestabilizadores ni conspiradores, queremos la consolidación de la democracia" replicó Carmona.
En cambio, el presidente de la CTV, el líder de los trabajadores petroleros socialdemócrata Carlos Ortega, se declaró "en movilización permanente" y dijo que la central obrera contempla diferentes acciones hasta llegar a la huelga general nacional indefinida "si el Gobierno no depone su actitud de cerrarse al diálogo".
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