| 'Costa norte, Costa sur', un disco de David Montes |
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| 'Hoy día no me atrevería a hacer un disco de género, porque el mercado no se precia para eso', asegura el cantante. |
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| por DENNYS MATOS, Madrid |
Parte 2 / 2 |
Para completar la repuesta, ¿por qué consideras que tu estilo no se está impersonalizando con este trabajo en Costa Norte Costa Sur?
Yo he hecho este disco con convicción y con tranquilidad, a diferencia del anterior. No me cansa oírlo, en cada tema descubro algo nuevo, porque me gusta el David Montes que oigo ahí dentro. Y yo quiero ver este proyecto no como una impersonalización, sino como una evolución, o como una etapa dentro de mi carrera. Llevo nueve años aquí y a nivel interpretativo, en este país [España] y en mi desarrollo profesional, yo creo que he llevado la música cubana hasta el extremo a que se podía llevar. Ojo: no quiero decir con esto que yo sea la música cubana... antes de mí están Machín y mil más. Con esto sólo quiero decir que a partir de mi estilo he tratado todo tipo de ritmos, como, por ejemplo, Soca, Merengue, Calipso y Cumbia, es decir, ya no sólo contemplo el desarrollo que yo haya sido capaz de lograr con la música cubana, también con la música latina. Considero, con total respeto hacia todo y hacia todos, que no da más ese desarrollo, al menos en cuanto a progreso se refiere. Y estoy hablando en función de una experiencia de hace casi diez años.
¿Qué conclusiones sacaste de ese desarrollo?
Partiendo de la base del desarrollo de la música latina que yo he cultivado, ¿a qué me conduce esto dentro de una realidad con la que tengo que convivir, que es la de un músico, un intérprete cubano dentro del panorama musical español y europeo? No se puede ir contra la corriente. Pues bueno, esto me conduce a que la música cubana, pura y dura, la música latina —que la sigo haciendo dentro de todo lo que hago, como desarrollo expreso—, se quedó en el año 98, y de ese año en adelante mi capacidad interpretativa me ha llevado a desdoblarme, y este desdoblamiento trae proyectos y propuestas como David Montes y Trópico Eléctrico, y otro paso más, que es Costa Norte, Costa Sur. Todavía tengo capacidad interpretativa y me quedan muchas por decir y por aprender, y en la medida que quiera decirlo y aprenda a decirlo, lo plasmaré. Entonces rebasaremos Costa Norte, Costa Sur, o una canción del disco como Y dale. Yo quiero proyectar y conectar con un público y llegar a ese público, cosa que todavía no tengo demostrado. Por eso, cada una de la canciones de Costa Norte, Costa Sur es una manera más que he conseguido, desde mi capacidad de interpretación, de proyectarme como cantante cubano y latino.
En Costa Norte Costa Sur hay ritmos con los que se aviene mejor tu estilo interpretativo. ¿Cómo asumes esta problemática y en cuáles canciones piensas que te sientes mejor?
En sentido general me pregunto cómo gano, y eso tengo que verlo con el proyecto en la mano, en cuanto a mi capacidad para interpretar cada uno de estos géneros. Y te digo cómo gano porque ya he visto en lo que pierdo, y me pesa. ¿Entiendes? Por eso pienso con el proyecto en la mano en qué gano y cómo gano, porque me quedarán otros proyectos. Luego viene la posibilidad de contrastar eso. Yo siempre he considerado que mi fuerte es el directo, y en un proyecto discográfico eso no se escucha, digamos que no es lo suficientemente caliente, porque puede demostrarse que cuando hiciste ese trabajo lo hiciste con convicción. Yo considero que todas las canciones del disco están logradas, pero donde mejor me siento es cantando Loco y La negra, que es el tema más tradicional en el sentido de género de la música cubana, pero tiene influencia con un arreglo de flamenco-pop, y de ahí hacemos nuestra guaracha. La negra es el tema de género que más me decanta y me tira para allá, pero hoy día no me atrevería a hacer un disco de género, porque el mercado no se precia para eso.
¿Cuáles son los logros de Costa Norte, Costa Sur y cuáles los defectos?
Las cosas siempre se pueden hacer mejor. Cuando oyes los temas, ya mezclados, siempre piensas que se pudo lograr más. Es ahí cuando piensas en otra oportunidad, que es la de llegar a un directo y poder desdoblarte un poco más. Hay que pensar que este repertorio no está escrito por mí, sino que lo escriben otros. Entonces el disco se convierte un poco en cómo David Montes hace suyas unas cosas que han sido escritas por otros, buscándole una identidad. Por eso no es David haciendo rap o reggae o blues, sino David Montes cantando rap o lo que sea, a su manera, con su estilo, intentando conectarse con el público.
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