Mami, estás más redonda que una mesa |
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En Cuba, los 'comicos' ocupan el espacio descuidado por los periodistas |
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por TANIA QUINTERO |
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Ya Aquelarre –según el diccionario "reunión nocturna de brujos"– va por su octava edición. Todos los años, en el verano, los humoristas cubanos presentan un festival en La Habana, una especie de selección de selecciones.
Con el tiempo, los espectáculos humorísticos han ido ganando público y espacio, pues cada vez son más los cines y teatros con horarios dedicados a la risa. Cada Aquelarre mueve un burujón de gente. Espectadores de todo tipo: amas de casa, estudiantes, jubilados, dirigentes municipales, empleados del área dólar y hasta disidentes.
Para el cubano que anda a pie, en "camello" o en bicicleta, estos shows humorísticos son un verdadero respiro. La gente hace tremendas colas para conseguir las entradas, a cinco o diez pesos. Durante dos o tres horas, desconectan de la Batalla de Ideas, las Mesas Redondas y las Tribunas Abiertas. Sueltan la carcajada con chistes subidos de tono o de doble sentido. A medida que el lugar es más in, –más cerrado– más fuertes y picantes son las representaciones.
Se encuentra en el humor lo que la prensa sabe y no toca. El silencio de los medios oficiales lo han ido llenando los humoristas. No es que sean más críticos, es que sus presentaciones tratan de asuntos reales, cosas que pasan a nuestro alrededor, que todos vivimos; situaciones terrenales que la prensa gubernamental lleva demasiado tiempo pasando por alto.
Y así, un hombre pasa junto a una mujer por la calle y la piropea: "Mami, estás más redonda que una mesa". A lo que ella le contesta: "Y eso que tú no has visto la tribuna abierta".
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