| Superliga y adiós |
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| Sigue rodando la esférica... y cinco vacas sagradas abandonan el béisbol nacional. |
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| por IVáN GARCíA, La Habana |
Parte 2 / 2 |
De momento, las lluvias veraniegas han sido el enemigo número uno en la Superliga. El sábado se suspendió un partido y el domingo el agua no permitió ninguno de los dos encuentros programados. Hasta la fecha se ha jugado uno sólo: Orientales-Habaneros, con victoria oriental 9 carreras por 4. Sonrisa para el diestro Norge Luis Vera. Cabizbajo salió Vichoandry Odelín. Osmani Urrutia conectó jonrón por los de la tierra caliente y la nueva estrella, Michel Enríquez, dio un palo inmenso a más de 400 pies, para alegría de los de La Habana.
Si la Superliga ha sido una buena noticia para los fans, la mala ha sido la decisión de los jerarcas deportivos de retirar abruptamente a cinco vacas sagradas del béisbol nacional, con el objetivo de que jueguen o funjan como entrenadores en Japón. El gran Omar Linares fue contratado por los Dragones de Chunichi; Orestes Kindelán y Antonio Pacheco jugarán en clubes amateur; mientras, Luis Ulacia y el sensacional paracorto Germán Mesa trabajarán como entrenadores en equipos no profesionales.
La medida ha dejado boquiabiertos a los fanáticos. Los cinco peloteros están entre los más grandes de los últimos 40 años. De hecho, Linares, Pacheco y Kindelán ocupan todos los lideratos ofensivos de nuestro béisbol. Ulacia es uno de los mejores hombres-proa y Mesa es considerado por los entendidos el mejor torpedero de todos los tiempos, aunque las discusiones en la peñas deportivas para definir quién es el mejor entre Mesa y Ordóñez son proverbiales.
Estos jugadores habían tenido buen rendimiento en la Serie recién concluida. Incluso Germán estuvo en el equipo Todos Estrellas ofensivo. Cierto que tienen entre 34 y 38 años, pero aún destacaban. Al tambor, a Kindelán, le faltaban 12 jonrones para llegar a la cifra de 500.
La sorpresa y el descontento han sido mayúsculos. Según la prensa oficial, ha sido un reconocimiento a sus méritos y a su calidad. Sustituir de pronto a cinco grandes será una labor de titanes. Hay una gran remesa de talentos jóvenes, pero en cualquier equipo del mundo se nota la ausencia de sus 1º, 3º, 4º y 5º bates. Además del cerrojo del cuadro, como lo era Germán Mesa.
Extraoficialmente, se ha comentado que un contrato por varios millones de dólares inclinó la balanza por parte de la federación cubana de béisbol, urgida de dinero para costear los eventos locales. De cualquier forma, la solución no debió ser nunca decirle adiós a una porción de la crema y nata de nuestro pasatiempo nacional. Privar a la afición de verlos en la grama y de su aporte indiscutible a la selección nacional, es algo que se debió tener en cuenta.
La ausencia de Linares, Ulacia, Pacheco, Kindelán y Germán, se hará sentir.
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