| La Semana: Serie Nacional de Béisbol |
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| Final inédita: Los equipos de Holguín y Sancti Spíritus discuten el título de la temporada 2002. |
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| por IVáN GARCíA, La Habana |
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Se consumó lo inesperado. Holguín y Sancti Spíritus discuten el título nacional de la temporada beisbolera 2002. Al parecer el contagio de la Copa Mundial en Corea y Japón, donde los grandes han inclinado el rey, también llegó a la Isla.
La sorpresa ha sido mayúscula. Villa Clara y Pinar del Río partían de claros favoritos para dejar en la cuneta a sus rivales holguineros y espirituanos. Pero en esta campaña la lógica está de vacaciones. Los de la provincia de Cabrera Infante y los yayaberos arrancaron el play-off al mejor de 7 con dos victorias.
Claro, los grandes son grandes. Y tanto los naranjas de Villa Clara como los verdes de Vueltabajo recuperaron terreno al igualar el match a dos. El quinto juego decidía. Hasta la fecha, en los clásicos nacionales hay una estadística llamativa. El que gana el quinto encuentro vence en el play-off. Y se cumplió el vaticinio.
Primero fue Holguín, el sábado 15 ante más de 35.000 fanáticos, en su sede del Calixto García. Llegaron al noveno perdiendo 2x1 y teniendo al frente al mejor pitcher naranja, Vladimir Hernández, quien había hecho relevo de perlas desde el sexto capítulo. Pero los orientales se rebelaron en ese inning con par de cohetes de sus dos mejores hombres a la ofensiva, Waldo Denis y Luis Rodríguez Williams.
El director técnico de Villa Clara, Víctor Mesa, trajo como bombero a Luis Borroto, quien entró descontrolado, permitió hit y base por bola, empantanándose el pleito. El estadio era un manicomio. Mesa sustituyó a Borroto por Roidel Rodríguez y al segundo envío el jardinero derecho, José Lamarque, sopló cañonazo al izquierdo, para dejar tendido al campo a los del centro del país. Holguín 3 y Villa Clara 2. Los campeones de la zona oriental se sentaron a esperar a su rival.
Veinticuatro horas después, el domingo 16, Sancti Spíritus y Pinar del Río dirimían su match. Los del Yayabo marchaban al frente tres juegos a dos, y según los pronósticos tenían todas las de ganar. Pero esa noche el zurdo Faustino Corrales, con su curva grande y su recta poderosa, era un valladar infranqueable. Pinar ganaba 2x0 en el quinto cuando se produjo la rebelión espirituana: jonrón por el jardín izquierdo del inicialista Yunier Mendoza, con dos hombres en base. El marcador daba vuelta: 3 carreras por 2.
Desde ese preciso instante el diestro Yovany Aragón fue un coloso. Ponchó a 11 en 8 innings y permitió sólo 5 hits. El suspenso llegó en la última entrada. Los verdes de Pinar del Río eran home club y abrieron con hit del guardabosque del centro, Tomás Valido. Ahí mismo el director técnico espirituano, Lourdes Gourriel, tumbó a Aragón y trajo a su mejor carta, el supersónico Maels Rodríguez, que el día anterior había trabajado un juego completo.
Rodríguez fue recibido con hit al medio del terreno. Luego de sacar un discutido out en segunda, dio base por bola a Juan Carlos Linares. La escena estaba lista. Se enfrentaba el pitcher que más duro tira (hasta 100 millas) en la Isla frente al mejor bateador de los últimos 40 años en Cuba, Omar Linares. Y con las bases llenas.
Maels abrió con rápida de 95 y Linares soltó soberana línea entre right y center, capturada de forma magistral por Yunieski Gourriel. Sancti Spíritus 3, Pinar del Río 2. De esa forma discuten el título dos equipos que no han accedido a la corona nacional. En 1978 Sancti Spíritus fue campeón con una novena donde militaba uno de los más grandes peloteros del patio, Antonio Muñoz.
A partir de ahí siempre el campeón había sido una novena macho, es decir, Pinar del Río, Villa Clara, Matanzas, Industriales o Santiago de Cuba. Pero este martes 18 de junio los extraterrestres de Holguín y los gallos de Sancti Spíritus, en un play-off al mejor de 7, cambiaron la costumbre: discuten quién será el campeón de la Isla.
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