| A la reconquista de la corona |
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| Joel Casamayor se presentará en Tennessee como parte de un programa donde cruzarán guantes el británico Lewis y el estadounidense Tyson. |
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| por JORGE EBRO, Miami |
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Cinco meses pasó Joel Casamayor en las sombras. Cinco meses sin que se supiera de su estado deportivo ni de sus planes futuros. Exactamente los cinco meses transcurridos desde que perdiera su corona de los superplumas a manos del brasileño Acelino Popó Freitas.
Ahora se anuncia su regreso como parte de un programa donde el británico Lennox Lewis expondrá su faja de los pesos supercompletos ante el controversial estadounidense Mike Tyson, el 8 de junio en Memphis, Tennessee.
Casamayor había eslabonado una cadena de victorias que se extendió a 26, con 16 decisiones antes del tiempo reglamentario, y sólo cedió ante el empuje del brasileño, quien, con una pegada fuera de este mundo, se ha convertido en uno de los únicos tres titulares indiscutidos, junto al ruso australiano Kostya Zsyu y al norteamericano Roy Jones.
La pelea entre Casamayor y Freitas, celebrada el pasado 12 de enero, fue realmente controversial. El primero evitó muchos intercambios y cuando se decidió ya era demasiado tarde para borrar la desventaja en las tarjetas de los jueces.
Por supuesto, Casamayor le pidió una y otra vez la revancha al sudamericano, pero éste dejó bien claro que pasaría mucho tiempo antes de volver a cruzar guantes con el antillano. O para decirlo de un modo más directo: nunca.
Casi siempre sucede así. Luego de una pelea difícil, el ganador prefiere defender su corona con retadores de menor categoría antes de exponerse a perder la faja recién ganada con alguien herido en su orgullo. Sólo la presión de la prensa y el efecto de una voluminosa bolsa pueden hacer posibles las revanchas.
El rival de Casamayor, que será el californiano de origen azteca Juan José Arias —de quien se sabe tiene faja de 33 victorias, dos derrotas y 27 nocauts—, no deberá erigirse en un escollo de consideración en el regreso del cubano, quien no pudo elegir mejor día para demostrar que todavía le queda mucho por hacer dentro del ring.
No existe la más mínima duda que la pelea Lewis-Tyson será el acontecimiento pugilístico del año. Luego de tantas saetas verbales envenenadas entre ambos gladiadores, después de un conato de batalla campal frente a las cámaras de televisión, se espera que millones de personas en todo el mundo paguen por ver el choque entre estos dos mastodontes.
De ahí que Casamayor podrá ser visto en acción por un público enorme, que calibrará el estado de su pegada y su velocidad de piernas.
El guantanamero tuvo su momento de gloria el 21 de mayo de 2000, cuando se convirtió en campeón de las 130 libras de la versión de la Asociación Mundial del Boxeo al derrotar al hasta entonces titular, el sudcoreano Jongkwon Baek.
Su futuro aún podría depararle momentos gratos, sobre todo si Freitas, a quien cada vez le cuesta más trabajo hacer el peso, sube de división. Tal vez al campeón olímpico de Barcelona 92 le quede alguna corona que ponerse en la cabeza.
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