| El hombre herido |
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| José Canseco y el 'swing' final de una carrera accidentada. |
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| por JORGE EBRO, Miami |
Parte 1 / 2 |
Cansado de esperar por una última oportunidad, el cubano José Canseco ha hecho el swing final de su carrera y optado por el no siempre grato camino del retiro. Ello a pesar de que todavía estaba en condiciones de disparar unas docenas más de jonrones y sin que lograra llegar a los 500. Una meta que se trazó casi como una obsesión.
Para él, el adiós tiene un sabor amargo. Canseco no deja de preguntarse por qué un hombre con las condiciones para seguir en las Grandes Ligas, con un poder como pocos en la actualidad, no recibió una simple llamada de alguno de los 30 equipos envueltos en la campaña, mientras quedaba reducido a sudar y esperar en un equipo de Liga Menor por un futuro sin muchas promesas de cumplimiento.
De hecho, el habanero ha lanzado acusaciones de que en la Gran Carpa existe un sentimiento de rechazo hacia él, y que el poco interés despertado por sus servicios tiene que ver más con cuestiones de tipo personal que deportivas.
Es su punto de vista y quizá no le falte un poco de razón. Cierto que existen peloteros de menor calidad y posibilidades que Canseco, quien hubiera sido un bateador designado de lujo en cualquier equipo de la Liga Nacional o un buen emergente en la Americana, pero desgraciadamente, cuando se tienen 37 años y se posee un largo historial de lesiones, la mano se le engarrota a los encargados de establecer contratos y pagar sueldos.
En otro dardo envenenado, Canseco acaba de decir que el 85 por ciento de los jugadores de Grandes Ligas usan sustancias prohibidas para maximizar el uso de la fuerza, lo cual explicaría la erupción jonronera de los últimos años, y que si la Oficina del Comisionado de las Mayores estableciera controles antidopaje, el béisbol se quedaría sin estrellas.
Tampoco le falta cierta razón. No siempre esos biotipos esculturales, como los del propio Canseco, son esculpidos en los gimnasios, y reciben la ayuda de sustancias reanimadoras o ensanchadoras del tejido muscular. Algún día las Grandes Ligas tendrán que tomar cartas en el asunto y poner coto a esta situación.
Para rematar, Canseco ha comentado que empezará a trabajar en un libro donde lo dirá todo de sus años de carrera. Revelará nombres y apellidos de aquellos que tuvieron que ver directamente con sus logros y sus fracasos, porque la carrera del cubano ha sido todo menos un paseo sobre alfombra roja.
Cuando comenzó en Grandes Ligas, su impacto no se hizo esperar. Fue tremendo. A principios de los años 80 ningún otro pelotero atrajo tantas multitudes como él. Ganó muchos premios, desde Novato del Año hasta Jugador Más Valioso y Campeón de la Serie Mundial.
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