| Mujeres de dictadores |
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| Juan Gasparini traza los perfiles de Castro, Pinochet, Milosevic... a través del retrato de sus compañeras sentimentales. |
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| por MIGUEL RIVERO, Lisboa |
Parte 2 / 2 |
"En los primeros años de la década de los 60, evidentemente, Castro tenía que multiplicarse para dar atención a su amante Naty y a su fiel ayudante y secretaria Celia, ello sin contar otros romances pasajeros. Las relaciones con Dalia comenzaron a través de citas esporádicas, hasta que ella se fue ganando el lugar privilegiado: la escogida y conquistada por el Comandante, a quien no le gusta que sean las mujeres quienes lo enamoren. Lo cierto es que el matrimonio Castro ocupa una residencia de dos plantas en la zona oeste de La Habana, cerca de la playa de Jaimanitas. La mansión no había sido terminada al momento del triunfo de la Revolución, en 1959, y fue diseñada de nuevo y acabada su construcción a fines de los años 60, incluyendo un refugio para caso de ataque nuclear".
Es un botón de muestra de la obra de Gasparini que, en realidad, se convierte en mini-biografía de estos déspotas.
Preguntado por CUBAENCUENTRO acerca de Dalia Soto del Valle, el autor opinó que "para Fidel ha sido un poco el reposo del guerrero, una mujer que ha sabido esperar que le llegara al caudillo cubano el tiempo del sosiego, y entonces armar un hogar, hacer muchos hijos. Se ha mantenido en un segundo plano, mansa, hermosa, discreta e impermeable a los conflictos, la heredera que pasará a la historia como la definitiva esposa".
En lo que se refiere a la esposa del ex dictador de Filipinas, Ferdinand Marcos, Gasparini señaló que "lo fascinante en Imelda es la contradicción. El desparpajo, el exceso, la locura del consumo y el lujo desbordante que se estrella contra el matrimonio con un dictador que la humilló y la engañó, y con la versión difícil de desmentir que es frígida y que no se tomó venganza sexual. Ha callado, tal vez el precio a pagar por la impunidad de la que goza".
El propio autor aclara que, a modo de introducción, este libro plantea un marco teórico para situar el debate sobre la problemática de las dictaduras. Luego arranca con bosquejos preliminares en una especie de preámbulo donde se destacan varias mujeres de autócratas que jalonaron la primera mitad del siglo pasado, y cuya selección ha recaído en los avatares sentimentales de algunos grandes sátrapas como Antonio de Oliveira Salazar, José Stalin, Adolf Hitler y Francisco Franco. El orden en su enumeración, como la ubicación posterior de las mujeres de los seis dictadores elegidos para cubrir la segunda mitad del siglo XX, es arbitraria y sólo obedece a criterios de equilibrio y dosificación en la compaginación del libro.
O sea, que la obra resulta abarcadora porque nos ofrece detalles biográficos muy bien resumidos de todos estos personajes, y resulta fascinante comprobar los puntos de contactos y diferencias entre ellos.
La presentación oficial del libro se realizará este miércoles 25, a las ocho de la noche, en la Sala de Exposiciones de la Casa Elizalde, en Barcelona, y estará a cargo del periodista y escritor Manuel Vázquez Montalbán.
Para los cubanos, que aún vivimos bajo los coletazos del régimen de Fidel Castro, el libro tiene un significado especial. No se trata del aspecto morboso de rastrear en la vida privada del Comandante, sino de comprobar cómo en diferentes etapas de su vida las mujeres han servido a sus intereses, casi cumpliendo aquella máxima de Maquiavelo de que "el fin justifica los medios".
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