| La Florida se prepara para recuperarse y enfrentar el terror |
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| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ |
Parte 1 / 2 |
En medio de los temores ante una posible guerra biológica contra Estados Unidos, el gobernador de la Florida, Jeb Bush, anunció un plan de medidas especiales de seguridad destinadas a enfrentar el terrorismo.
La mayoría de 15 medidas, emitidas por Bush tras analizar las capacidades de la defensa antiterrorista del estado, entrarán en vigor de inmediato, aunque algunas deben ser aprobadas antes por la legislatura de la Florida.
Entre éstas se encuentran el acopio por parte de las autoridades de los medicamentos necesarios para asegurar la atención a la población en caso de un ataque biológico o químico; rigurosos controles en el otorgamiento de las licencias de conducción, que incluyen verificar la identidad del aspirante y en el caso de los visitantes, limitar la duración del documento al período de estancia otorgado por el Servicio de Inmigración y Naturalización.
Asimismo, Bush informó que se organizará un servicio de inteligencia epidémica y se implementará un programa de entrenamiento en ataques biológicos y químicos para el personal de la salud.
Se crearán siete equipos regionales de seguridad, bajo la supervisión del departamento de la policía del estado, para coordinar la respuesta a posibles ataques terroristas y asegurar el entrenamiento del personal que estará vinculado con ello. También se organizará un consejo consultivo de seguridad para evaluar las recomendaciones en la lucha contra el terrorismo.
El gobernador indicó que la población de la Florida recibirá suficiente información para saber qué hacer ante otro ataque terrorista.
Bush, quien hizo el anuncio el fin de semana en Miami, pidió a los residentes locales que conserven la calma ante los casos de ántrax detectados en Boca Ratón, una localidad situada a unas tres horas de distancia por carretera.
Al igual que el resto del país, las líneas telefónicas de los servicios de emergencia del condado Miami-Dade han estado inundadas de llamadas de personas que han entrado en contacto con sustancias en forma de polvo. Hasta ahora, todas han sido falsas alarmas.
Las personas que estuvieron expuestas a la bacteria del ántrax, recibieron o estuvieron en contacto con misteriosos polvos que les llegaron por medio del correo postal.
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