| Crisis en la industria de cerámica pinera |
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| por JULIO CéSAR GáLVEZ, La Habana |
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Los serios problemas económicos que afronta el país obligan a la industria de la cerámica de la Isla de Pinos a asociarse con una empresa extranjera.
La fusión de la empresa cubana Botija, con la firma española Distribuidora Zambrano —que proporcionará mercados en Europa, Centroamérica y el Caribe para vajillas y piezas ornamentales únicas, y se encargará del suministro de materias primas y recursos materiales para su ejecución—, tratará de recuperar la perdida producción ceramista que años atrás realizaba el territorio pinero, con gran demanda nacional e internacional.
"La modernización de la planta que produce vajillas era necesaria, pues los moldes que utilizaba eran de la antigua RDA y estaban obsoletos, además de que nos quedamos sin mercado donde vender. Ahora, esta empresa española ha visto un gran filón con mano de obra muy calificada y barata. Es un negocio redondo", manifestó Ángel García, tornero y decorador de cerámica en Isla de Pinos.
Mediante la empresa mixta cubano española, la cerámica de Isla de Pinos estará presente a finales de agosto en la Feria Internacional Buen Hogar, con sede en ciudad de Panamá, donde se expondrá un conjunto de piezas ornamentales únicas, con el interés de reactivar las producciones exportables.
"La idea es buena, pero la utilización del caolín pinero y otras materias primas locales hay que unirla a la reducción de los altos costos de producción para ser competitivos en el mercado internacional, además de habilitar el necesitado mercado nacional en este renglón", señaló el ceramista.
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