Guantánamo: esperanza para detenidos inocentes que cooperen en interrogatorios |
|
AFP/ El general Michael Lehnert, comandante del campamento de detención de la base estadounidense de Guantánamo, abrió el viernes un resquicio de esperanza para los detenidos, presuntos talibanes o miembros de Al Qaida, que sean inocentes y colaboren en los interrogatorios a los que son sometidos.
En un mensaje a los 300 confinados en el campamento de detención Rayos-X, Lehnert los instó a "decir la verdad y toda la verdad" en esos interrogatorios. "Sólo entonces, y no antes, tendrán la posibilidad de volver a sus casas aquellos que no sean culpables de crímenes graves", dijo.
Los combatientes "afganos", de al menos 31 nacionalidades, empezaron a llegar en grupos sucesivos a esta base naval norteamericana ubicada al sudeste de Cuba a partir del 11 de enero.
Desde entonces están encerrados en celdas individuales al aire libre, de casi seis metros cuadrados cada una, y sometidos regularmente a interrogatorios por responsables de los departamentos estadounidenses de Justicia y Defensa.
Lehnert les recordó que "se encuentran aquí como sospechosos de ser altos mandos talibanes o miembros de Al Qaida", el grupo terrorista que, según Estados Unidos, es el autor de los atentados del 11 de septiembre pasado en Nueva York y Washington.
"Algunos de ustedes me han dicho que son inocentes, y Estados Unidos es una nación donde impera la ley", dijo el general.
Lehnert, cuya alocución fue traducida al árabe, también les confirmó que próximamente serán trasladados a un nuevo centro de detención, ubicado cerca del hospital de campaña construido en la base para tratar a los confinados, y que cuenta con mejores instalaciones.
Ese centro estaría terminado en la primera quincena de abril. Por su parte, Rayos-X quedaría como lugar temporal de reclusión, según las autoridades estadounidenses de Guantánamo.
El general se refirió también al movimiento de huelga de hambre iniciado la semana pasada en el campo: "Rechazar la comida o la bebida no es la actitud correcta, sólo se están haciendo daño a sí mismos", dijo Lehnert, quien recordó que el Corán proscribe esa actitud.
La huelga de hambre, seguida originalmente por 159 detenidos, se inició el 27 de febrero, debido a la negativa de las autoridades estadounidenses a que los detenidos portaran turbantes durante sus oraciones.
Tras una serie de concesiones, el movimiento se ha reducido notablemente y este viernes tenía un carácter esporádico. Sólo tres confinados, calificados de "duros", se rehúsan desde el 1 de marzo a ingerir alimentos.
Más que por motivos religiosos, la huelga obedeció a la incertidumbre de los confinados sobre su futuro, según reconoció el propio general Lehnert. Los detenidos ignoran si, y cuándo, serán juzgados, carecen de asistencia legal, no han sido formalmente encausados y no saben cuánto tiempo permanecerán encerrados en la base.
Antes de la alocución de Lehnert, se izó durante una ceremonia frente al campo Rayos-X una bandera de la ciudad de Nueva York, que ya ondeó en Afganistán, y que está firmada por varios altos mandos militares de Estados Unidos.
|