Lunes, 11 febrero 2002 Año III. Edición 299 IMAGENES PORTADA
Economía
¿Moneda de cambio o del cambio?

La transición en divisas: a remolque de Washington, Lincoln y otros próceres norteamericanos.
por JORGE OLIVERA CASTILLO Parte 1 / 2

Es obvio que el discurso oficial de La Habana va por un lado y la realidad por otro. Mientras sube el tono que proclama la independencia y la soberanía a plenitud, media docena de anglosajones, dueños de una estrategia magistral, potencian la subversión a gran escala.

Se permitió la invasión para cercarlos en el terreno, pero a seis años de su desembarco es bien delimitada la frontera entre vencedores y vencidos.

El acto persecutorio contra los intrusos raya en el delirio. Nada de tiros o ajusticiamientos masivos, sino caricias y suspiros. Masaje a dos manos. Entrega total.

La tecnología utilizada tiene poco que ver con el Complejo Militar Industrial —con impecables experiencias en el campo misilístico— y sus arsenales con capacidad para borrar del mapa a los atrevidos que presentan batalla.

Continúa primando el color verde asociado a la indumentaria castrense, sólo que esta vez apuesta por la interpretación cromática, donde la esperanza desempeña un valor fundamental.

¿Cuántas veces Washington nos ha rescatado del ayuno involuntario y Lincoln, con su mirada circunspecta, ha sido testigo de reverencias que dejan atrás a los santos de la iconografía cristiana?

En vida ambos jamás pensaron que desde la parte frontal de un papel escribirían páginas de gloria, tanto en la esfera ideológico-militar como en el terreno de la psiquiatría. Son antidepresivos de calidad superior.

Ciertos comunistas autóctonos los odian en público y los adoran en privado, en un romance siempre renovado e íntimo. Es la derrota sin armisticio fraguada en el silencio de las transacciones que descorren el velo del oportunismo y ponen al descubierto la amoralidad y la corrupción.

La génesis del nuevo fundamentalismo es vivir dentro o en las cercanías del modelo occidental a expensas de "próceres estadounidenses", en una especie de "jinete político".

¿Unanimidad, revolución, tribunas abiertas, marchas del pueblo combatiente? Sólo rituales del verbo y la escenografía. Fachadas para aminorar el impacto del fracaso ante la soldadesca plana y frágil enviada por el Departamento del Tesoro.

Como parte de la espiral de contradicciones que decuplican el sentido insular más allá de la connotación geográfica, la clase dirigente cubana pretende ignorar las urgencias de la época embarcada en etéreos presupuestos que demonizan sin miramientos el orden económico global, caracterizado, entre muchos aspectos, por la dolarización. En cuanto a esto vale preguntarse: ¿cuál es la moneda nacional? ¿Gracias a qué se ha evitado una guerra civil? ¿En qué están basados los principales aportes al Producto Interno Bruto?

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