Descenso en picada |
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Probablemente, la masa ganadera no haya rebasado los cuatro millones de cabezas en el 2001: una reducción catastrófica. |
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por OSCAR ESPINOSA CHEPE |
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En el último anuario publicado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), la masa ganadera cubana existente, reportada en el 2000, es de 4 110 200 cabezas, una reducción de 295 6000 con relación a la cifra de 1999.
El descenso fue mayor en las hembras (192 300), con particular afectación en la categoría de animales en desarrollo —terneras, añojas y novillas—, plasmada en una disminución de 131 800, lo que repercutirá negativamente en el crecimiento y la futura composición del rebaño.
Según el censo ganadero de 1967, se contabilizaron 7 172 000 reses, lo cual indica que desde ese año al 2000 hubo una pérdida de 3 061 800, elemento que ha incidido funestamente en la producción de carne y leche y, por ende, en el consumo de esos vitales alimentos por la población.
Las cifras de la masa ganadera vacuna en el 2001 todavía no se han brindado, pero muy posiblemente el rebaño no rebase los cuatro millones de cabezas. Incluso, algunos especialistas estiman que las cantidades informadas por la ONE están sobredimensionadas, por lo que la catástrofe en la ganadería bovina, que antaño fuera una de las principales riquezas del país, podría ser mayor a la reflejada por las cifras oficiales.
Las estadísticas de la ONE son confeccionadas sobre la base de registros establecidos por el Centro Nacional de Control Pecuario (CENCOP), no habiéndose efectuado un censo ganadero desde 1978.
Debido a la falta de atención en la actividad pecuaria, el ganado en existencia se encuentra en muy malas condiciones, especialmente por la carencia de alimentos. Las áreas de pasto se han reducido considerablemente, invadidas por malezas y arbustos. Adicionalmente, los trabajadores que cuidan los animales están muy mal pagados, lo cual redunda en una disminución pronunciada del interés laboral en una actividad que requiere altos niveles de sacrificio y constancia.
La situación del ganado equino y mular tampoco resulta muy halagüeña. Ello puede apreciarse en la siguiente tabla, donde, además, se refleja la trayectoria de la masa vacuna a partir de 1967:
Ganado |
1967 |
1988 |
1999 |
2000 |
vacuno |
7172,6 |
4926,8 |
4405,8 |
4110,2 |
equino |
697,6 |
630,1 |
430,4 |
414,8 |
mular |
35,4 |
30,5 |
24,2 |
23,3 |
Fuente: Anuarios Estadísticos de Cuba, años 1967, 1988 y 2000 |
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