Cubaeco: Enero-Febrero 2002 |
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Parte 1 / 3 |
Servicio cubano de información ecológica
Fulminante contaminación en el río Almendares
Miles de peces muertos cubrieron la superficie del río Almendares —que drena parte de La Habana— desde su desembocadura hasta el curso superior, en un fulminante evento de contaminación hídrica ocurrido en las primeras semanas de marzo.
Tencas, amuras, tilapias, mapos, guabinas, sardinas y hasta guajacones, murieron por millares, sin que exista información precisa de lo ocurrido.
Las autoridades ambientales encontraron un elevado contenido de amoníaco en el Puente de Piedra, zona del Bosque de La Habana, pero dada la cantidad de focos contaminantes, al menos 70 de gran magnitud, y vertimientos de todo tipo que recibe el río, no consideran que ésta sea la causa de la catástrofe ecológica. Sin embargo, descartaron que el nefasto evento tenga origen natural.
Insiste el Gobierno en introducir organismos transgénicos dentro de los ecosistemas cubanos
La introducción en fase comercial de una tilapia transgénica en las provincias de Holguín, Gramma, Camagüey y La Habana, constituye un nuevo peligro para los ecosistemas acuáticos del archipiélago, que se encuentran saturados de especies foráneas.
La tilapia trasgénica cubana posee una manipulación genética que le permite producir la hormona de crecimiento en todas sus células, generando un acelerado desarrollo en comparación con las demás. Por otra parte, es capaz de transmitir esa condición a otros animales.
Esta última propiedad es extremadamente peligrosa, por cuanto de ocurrir un flujo natural de esa información hacia otras especies, podrían generar un proceso incontrolado de gigantismo en otros peces. Los ecosistemas acuáticos cubanos no están diseñados de forma natural para ello.
No es la primera vez que el Gobierno cubano intenta la introducción de ejemplares transgénicos: a finales del siglo pasado experimentó con una caña de azúcar resistente a pesticidas.
Afectaciones en playa Ancon
Al menos 300 metros cúbicos de arena fueron removidos de la playa Ancon, costa sur de Sancti Spíritus, por funcionarios del sector turístico. Esto creó un cráter de unos 90 metros de largo por 30 de ancho sobre la duna costera del lugar.
El litoral de la península de Ancon quedó severamente dañado luego del paso del huracán Michelle, el cual hizo avanzar 20 metros tierra adentro a la duna costera, cubriendo de arena infraestructura vial y de servicios.
La península es considerada un ecosistema costero muy frágil por su constitución geológica y estrechez. No obstante, el Gobierno ha construido los hoteles Costasur, Ancon y Trinidad del Mar, generando un severo impacto en los seis kilómetros de playas de ese litoral.
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