A La Habana le nacen museos |
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Según la prensa oficial, las dos sedes de Bellas Artes recientemente inauguradas exhibirán cerca de 50.000 piezas |
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por TANIA QUINTERO |
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Luego de permanecer cinco años cerrado, el miércoles 18 de julio reabrió sus puertas el Museo Nacional de Bellas Artes, que en lo adelante se dedicará exclusivamente al arte nacional, con pinturas, dibujos y esculturas que van de la etapa colonial a la década de los noventa. Un total de 913 obras distribuidas en salas que, de acuerdo a imágenes mostradas por la televisión, parecen haber contado con un diseño mejor que el de la fachada externa.
Al día siguiente, jueves 19, quedaba inaugurada una sede anexa a la del Museo Nacional, radicada en el antiguo Centro Asturiano, una majestuosa edificación que ocupa toda una manzana en el corazón de La Habana Vieja, construida en 1928 y parte de la herencia arquitectónica dejada por los españoles, con iglesias, hospitales y cementerios incluidos. Aquí quedó instalada la sección de arte universal, con salas dedicadas a distintos períodos de la pintura italiana, holandesa, alemana, inglesa, francesa, española y americana, entre otras, así como obras del antiguo Egipto, Roma y Grecia.
Como todo en Cuba, el trasfondo político estuvo presente. Según un periodista oficial, el museo se reabrió "para frustración de la mafia miamense, que proclamaba a los cuatro vientos que en él no habría nada que exhibir, debido a que supuestamente habíamos vendido el patrimonio cultural". El fondo museable, se informó, es de más de 47,620 piezas, y a diferencia de otros museos en el mundo, que suelen exponer aproximadamente el 40% de su fondo, en el de Bellas Artes se exhibe casi en su totalidad. Para dar dos galletas sin manos a quienes "andaban regando la bola" de que, pese al contrabando, robo y trapicheo llevado cabo con el patrimonio nacional en estos 42 años, todavía nos queda suficiente para mostrar.
Coincidiendo con la apertura de las dos sedes de Bellas Artes, fue divulgada una nota anunciando que desde el 23 de julio y hasta el 3 de septiembre recesarán los cursos por televisión de Universidad para Todos. La información no tendría mayor trascendencia si no contara con un párrafo final, grandilocuente y desmesurado, muy acorde con el tono que se viene dando a cualquier asunto en la Isla. Dice así: "Mientras el decadente imperio del norte pierde su tiempo cada día en inventar nuevas mentiras pretendiendo destruir la Revolución cubana, Universidad para Todos continuará laborando para dotar al pueblo cubano de la más alta cultura que nación alguna haya alcanzado en la historia de la humanidad" (oh China, Japón, India, Siria, Grecia, Francia, España –por sólo mencionar siete de las naciones culturalmente más ricas del universo–, perdón por tamaña autosuficiencia).
Por supuesto, de más está decir que bajo la óptica gubernamental, los dos nuevos museos figuran ya entre los mejores del continente y del mundo.
Ojalá que el empeño de las autoridades llegue pronto a la población y ésta se sienta atraída por el verdadero arte. Y que la gente apague el televisor cada vez que se ofrezca un programa mediocre, alquile en vídeo sólo aquellas películas con valor artístico, escuche en su casa la música que le plazca sin molestar a los demás, no acuda a los bailables públicos para emborracharse y agredirse, hable en voz baja y cuide el medio ambiente, lea libros de cuando en cuando y no se sienta tan atraída por la pacotilla capitalista. Ah, y ojalá que en lugar de ver el Show de Cristina o un filme de Jackie Chang, prefiera coger una guagua y llegarse al Museo Nacional de Bellas Artes.
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