| Escándalo estremece administración de Radio TV Martí |
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| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ, Miami |
Parte 2 / 3 |
Sin embargo, sus salarios sí se han visto afectados.
Los honorarios de Patterson, por ejemplo, fueron reducidos de 100 dólares por programa a 85, por lo que está considerando llevar su protesta ante los tribunales.
A Roberto Bermúdez, conductor del programa El Gato Tuerto, le eliminaron dos de sus cinco trasmisiones semanales. "Dijeron que tenían que reducir los programas de todo el mundo para ahorrar dinero", indicó.
Bermúdez perdió a dos de sus tres colaboradores, que ganaban 50 dólares semanales cada uno. Pero poco después, Lew contrató a una amiga cercana, Olga Connor, quien tiene un programa similar a El Gato Tuerto dos veces por semana... sólo que gana 440 dólares por hora, el salario más elevado a un colaborador en la historia de la emisora.
Varios empleados se quejan además de que el comité de evaluación de la emisora rechazó programas que ahora están en las ondas radiales, y luego el organismo regulador fue abolido por Lew.
Este dijo que el comité fue disuelto después que él transfirió a la directora, Martha Yedra, a otro departamento. Yedra es una de las mujeres que demanda a Lew por discriminación sexual.
Algunos han visto detrás de los cambios de personal una intención de depurar a la emisora de elementos moderados, especialmente de personas que emigraron de la Isla en la última década o que expresan en sus programas criterios más equilibrados sobre el tema cubano.
"Hay una obsesión con impedir que ocupen posiciones todo aquel que no comparta el lenguaje anticastrista más obsoleto", comentó un empleado. "Lastimosamente hemos entrado en una etapa de propaganda donde lo que vale es vociferar y lanzar diatribas contra Castro en lugar de propiciar información equilibrada".
Las ondas radiales de Radio Martí son ocupadas ahora mayoritariamente por exiliados de las primeras olas migratorias, entre ellos, varios de extrema derecha.
De estos, el más destacado es, sin duda, Armando Pérez Roura, director de la emisora Radio Mambí, bastión de la intransigencia y la propaganda anticastrista más acérrima. Los editoriales de Pérez Roura, Tome Nota, son retransmitidos ahora por Radio Martí, al igual que otro programa de Mambí bajo su conducción, La Peña Mambisa.
El productor de La Peña Mambisa, Jesús García, cobra 175 dólares semanales por transportar desde Radio Mambí las cintas con los programas editados.
Luis Zúñiga —un cubano que por cinco años fue miembro de la delegación de Nicaragua ante la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra— y Horacio García, ambos disidentes de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) y ahora integrantes del Consejo Cubano por la Libertad, también tienen un programa: La Voz de la Verdad.
"Ellos no pueden hablar de ninguna organización a la que pertenecen o han pertenecido. Ellos sólo hablan de derechos humanos en general", dijo Lew sobre Zúñiga y García, quienes se apartaron de la Fundación en discrepancia con los nuevos rumbos de la organización.
Otro disidente de la FNCA, Fernando Rojas, fue contratado la semana pasada como consejero y asistente del director de la OCB.
Nancy Pérez Crespo, amiga de Lew con amplios contactos con los periodistas independientes y los opositores dentro de Cuba, ahora tiene un programa en Radio Martí, donde ya había tres de contactos diarios con la disidencia interna de la Isla. Pérez Crespo ha sido contratada por unos 45,000 dólares anuales.
"La disidencia es lo único importante en Cuba", declaró Lew.
Pero los disidentes tampoco parecen complacidos con la gestión del director de Radio Martí.
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