El discurso del regreso |
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¿El retorno de Hugo Chávez a la presidencia venezolana viene acompañado de una concepción más moderna de la política? |
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por DIMAS CASTELLANOS, La Habana |
Parte 1 / 2 |
En el prólogo de Contribución a la crítica de la economía política, Carlos Marx expuso su concepción materialista de la historia. Según el autor de El capital, a lo largo de su vida los hombres contraen determinadas relaciones de producción que corresponden a una determinada fase del desarrollo de las fuerzas productivas. El dinamismo de estas últimas genera cambios en las relaciones de producción y, por consiguiente, en toda la superestructura, lo que condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. Del conjunto de esas relaciones económicas, Marx destacó la producción, la distribución, el cambio y el consumo, de las cuales emergen las relaciones políticas que definen el rol y el lugar de cada clase o sector social.
Desde esta concepción, la política nace de las relaciones de producción como esfera donde se ventilan los intereses económicos de los diferentes sectores sociales, y se relaciona directamente con el grado de justicia o injusticia social. La política constituye, así, el punto focal de los más grandes conflictos en la historia de la humanidad.
Sin embargo, la política —aunque reflejo de las relaciones económicas— tiene sus peculiaridades y leyes de desarrollo propias. Desde la manufactura hasta la época de la globalización y la informatización de la sociedad, la potencialidad de la política es cada vez mayor. El avance científico-técnico y el nivel teórico de las ciencias sociales les permiten, en la contemporaneidad, actuar no sólo como efecto, sino como causa, acompañando y adelantándose a los cambios sociales. A pesar de esas posibilidades, la política permanece, en gran medida, atada al pasado; actuando después de las conmociones revolucionarias que tienen su fundamento en las injustas relaciones de producción y en la desigualdad de oportunidades y de participación social.
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