| Polémica por el rescate de los muertos de Bahía de Cochinos |
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| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ, Miami |
Parte 1 / 2 |
Una controversia sobre el retorno de los restos de los caídos en la invasión de Bahía de Cochinos marcó la conmemoración en Miami del aniversario 41 de esa fallida acción contra el régimen de Fidel Castro.
La guerra que se inició en abril de 1961 con la avanzada de 1.500 brigadistas terminó 72 horas después con la victoria de los milicianos. Pero las heridas de la confrontación están todavía abiertas para muchos de los protagonistas de esa gesta.
La polémica enfrenta al Comité de Rescate de Muertos y Desaparecidos en Combate de Playa Girón (BOP-MIA), que busca localizar a los familiares cercanos de los caídos a fin de trabajar para "darles cristiana sepultura", y la Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos (conocida como Brigada 2506), opuesta a esa iniciativa.
Mario Cabello, un ex miembro de la Brigada que fundó el Comité el pasado diciembre, dijo que se habían enviado 1.041 cartas a inicios de este año en busca de apoyo a la iniciativa. Sólo 16 ex brigadistas respondieron, la mitad a favor y la otra en contra. De los que se pronunciaron a favor, sólo cuatro se identificaron por su verdadero nombre.
"Estoy totalmente decepcionado y triste por la actitud de mis compañeros", dijo Cabello. "No es justo que los cadáveres de nuestros hermanos permanezcan durante 40 años en tumbas anónimas. Esta misión serviría para dignificar y enaltecer el esfuerzo de los que cayeron, y cerraría un capítulo para sus familiares".
La correspondencia recibida hasta el momento ejemplifica claramente los antagonismos en torno al proyecto.
"Los traidores que se abrazaron con los asesinos de los que cayeron carecen de moral para ese propósito", escribió el ex brigadista Luis Boik de las Cuevas.
"Tenemos que hacer nuestra voluntad y hablar libremente nuestras ideas. Apoyo la misión", afirmó Carlos Poveda en su respuesta al Comité.
Los restos de los 108 combatientes invasores se encuentran enterrados en la necrópolis de Colón, en La Habana, y en los cementerios de Playa Girón y Colón, en la provincia de Matanzas. Se estima que el trabajo forense tomaría años y millones de dólares.
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