EE UU desdeña presencia de Castro en gala del 4 de julio |
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AFP/ Washington. Estados Unidos recibió con desdén ayer la participación de Fidel Castro en un acto de celebración del Día de la Independencia estadounidense el 4 de julio pasado, y afirmó que era "de interés" sólo por la falta de sinceridad de Castro.
El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, dijo que el pueblo y el Gobierno estadounidenses no tienen nada en contra del pueblo cubano, pero que la participación de Castro en el acto del 4 de julio era un gesto de "duplicidad".
"La celebración de la independencia estadounidense en Cuba sólo será significativa completamente para nosotros cuando se permita a los cubanos disfrutar de la democracia y los derechos y libertades individuales", dijo Boucher a periodistas.
"Ante el hecho de que Castro participara en esto, uno debe preguntarse sobre la sinceridad de sus motivos", indicó Boucher, catalogando el acto "de interés, porque parece indicar una contradicción en su pensamiento, cree que es loable alabar a Estados Unidos por tener estas libertades y no dárselas a su propio pueblo".
"De interés por la duplicidad de la acción", agregó.
El pasado jueves Castro participó en un acto cultural de gala organizado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) que conmemoraba el 4 de julio.
Vestido con su uniforme de gala verde olivo, Castro y otros 5.000 invitados llenaron el teatro Karl Marx de La Habana para celebrar el nacimiento de la nación que mantiene desde hace más de cuatro décadas un embargo contra el régimen.
Otro de los invitados fue Elián González, el niño que sobrevivió al naufragio de la precaria embarcación en la cual su madre y otros cubanos esperaban llegar a las costas de Florida.
Elián, cuya madre murió en el naufragio, fue tres años atrás el centro de una batalla por su custodia legal entre La Habana y la comunidad de Miami.
Una nota publicada en la prensa oficialista señaló que el acto fue "en homenaje al pueblo norteamericano, a su auténtica cultura, a sus raíces, a sus tradiciones y valores humanistas".
Boucher destacó que el feriado estadounidense celebra las libertades que los ciudadanos estadounidenses han disfrutado durante 226 años pero que han sido "tristemente negadas al pueblo cubano estos últimos 43 años", desde que Castro llegó al poder en 1959.
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