AFP/ Dirigentes de la disidencia interna en Cuba rechazaron este martes 11 una propuesta de modificar la Constitución para ratificar la "vigencia inamovible" del régimen socialista que gobierna desde 1959 en la Isla, y demandaron a las autoridades que actúen "con reflexión" y permitan la posibilidad de cambios.

"Llamamos a las personas que ostentan el poder a la reflexión, para que actúen con lealtad y por la vía de la consulta popular devuelvan ese poder al pueblo", señala un comunicado de dirigentes opositores que promueven el denominado Proyecto Varela, iniciativa que demanda la convocatoria a un referéndum popular.

Los disidentes advierten que "este atentado anticívico contra la propia Constitución es un gravísimo acto contra la soberanía popular, típico de los regímenes fascistas, comunistas y otros de terror, en fase de totalitarismo agonizante".

El anuncio de los opositores, que operan en forma ilegal pero tolerada, se efectúa un día después que dirigentes de organizaciones gubernamentales aprobaran una moción que llama a la Asamblea Nacional (Legislativo) a incluir en la Carta Magna una cláusula que ratifica al socialismo como sistema "intocable" de gobierno en la Isla.

"¿Qué quieren hacer? ¿Declarar inconstitucionales los derechos que anuncia la Constitución?", se preguntan los opositores en el comunicado al cuestionar la medida adoptada por los dirigentes oficialistas.

En mayo pasado, el líder disidente Oswaldo Payá, orientador del Movimiento Cristiano Liberación, presentó a la Asamblea Nacional la solicitud para convocar a un referéndum, con el aval de 11.020 firmas de ciudadanos.

El "Proyecto Varela" reclama que se ponga en manos de la ciudadanía la decisión de amnistiar a presos políticos, garantizar el derecho de asociación y de expresión y modificar la ley electoral para permitir el pluripartidismo, entre otros puntos.

Según la Constitución cubana, con la firma de más de 10.000 ciudadanos se pueden presentar peticiones a la Asamblea Nacional para modificar leyes, pero la Carta Magna también establece que "Cuba es un Estado socialista" y "unipartidista".

Los dirigentes de las organizaciones gubernamentales pretenden que se incluya ahora un añadido y que se "consigne expresamente la voluntad del pueblo de que el régimen económico, político y social consagrado en la Constitución de la República es intocable".

El comunicado de la disidencia agrega que, "en esta hora, la Patria exige un paso cívico y de valor de cada cubano para reclamar los derechos y el respeto a la dignidad de todas las personas" y exhorta a la población a superar "el miedo" y expresar su descontento.

"Los propios cubanos no deben contribuir con el miedo a perpetuar sus cadenas", dice la nota de los opositores agrupados en torno al Comité Ciudadano Gestor del Proyecto Varela.

Por su parte, el Gobierno de Fidel Castro acogió con beneplácito la "iniciativa" de las organizaciones gubernamentales de reivindicar al socialismo y declararlo constitucionalmente "inamovible", y convocó a una movilización popular masiva en su apoyo para mañana miércoles.

"Más de un millón de personas se movilizarán sólo en La Habana", aseguró Castro al anunciar la gigantesca manifestación, que tendrá lugar en "todas las capitales de provincias, municipios, batey azucarero o pueblo que tenga más de 100 casas".

Los organizadores de esta denominada "marcha combativa" —dueños de todos los medios de producción y transporte en Cuba— aseguran que será la movilización popular más grande que se haya realizado en los 43 años que el gobierno de Castro lleva en el poder.

Además de reivindicar al socialismo, la movilización se hará "en repudio a las declaraciones del presidente estadounidense George W. Bush", quien exigió en mayo pasado que La Habana convoque a elecciones libres e inicie el camino hacia una apertura democrática, señalaron fuentes oficiales cubanas.

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