El 'Señor W', la obsesión de Fidel Castro |
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AFP/ Lo llama "Señor W" y, discurso tras discurso, lo abruma con invectivas, críticas y consejos: para Fidel Castro, el presidente estadounidense George W. Bush se ha transformado en una obsesión contra la cual ha movilizado a millones de cubanos en el último mes en todos los rincones de la Isla.
El gobernante cubano, por tercera semana consecutiva, atacó el sábado a su homólogo estadounidense ante medio millón de personas —según cifras del Gobierno— en Santiago de Cuba (sudeste), la segunda ciudad del país, en un discurso dedicado exclusivamente a responder a las recientes declaraciones de Bush sobre Cuba y la política norteamericana contra el terrorismo.
"Se excedió en su discurso, fue grosero, insultante, mintió, amenazó", dijo Castro. Washington impone al mundo "métodos y conceptos nazis" mientras numerosos países permanecen en silencio, añadió el mandatario cubano, denunciando "la incitación melosa al chauvinismo, a la superioridad de la cultura, la gloria y el poder" de Estados Unidos.
El presidente estadounidense, que el 20 de mayo pasado anunció el mantenimiento del embargo económico y financiero contra La Habana vigente desde hace más de 40 años y que cuenta en su Gobierno con 17 funcionarios cubano-americanos, fue calificado por Castro como "tonto", "perdonavidas y matón", en un acto celebrado el sábado 1 de junio en Holguín, 800 kilómetros al este de La Habana.
La concentración popular en Holguín reunió a más de 400.000 personas, según los organizadores.
Desde que asumió el poder hace 43 años, Fidel Castro enfrentó a 10 presidentes estadounidenses que a menudo fueron criticados en sus discursos debido a la hostilidad entre ambos países, sin relaciones diplomáticas desde hace más de cuatro décadas.
Pero la movilización contra George W. Bush, acompañada de "mesas redondas" diariamente televisadas en las que periodistas cubanos disecan hasta los más mínimos objetivos del presidente estadounidense, no tiene precedentes, estimaron medios diplomáticos en La Habana.
Todo ello contrasta con la deferencia con la que el Gobierno cubano recibió el mes pasado al ex presidente Jimmy Carter, el primer ex mandatario norteamericano que visita Cuba desde el triunfo de la revolución, en 1959 (y al que ya no se refiere Castro ni la prensa oficial).
Si la visita de Carter —quien habló en directo en español a la ciudadanía a través de la televisión cubana— reavivó el debate sobre el embargo contra la Isla comunista y la democratización del sistema, no ayudó a aliviar la tensión entre ambos países, exacerbada por el endurecimiento del presidente Bush hacia el régimen castrista.
Por su parte, el jefe de Estado cubano no escatima recomendaciones al Gobierno estadounidense. "Pienso que quien ejerce el cargo de presidente de los Estados Unidos ha cometido serios errores" tras los atentados del 11 de septiembre, señaló Castro el sábado.
"No debió nunca sembrar el pánico en el pueblo norteamericano. No debió perder la serenidad. No debió declarar enemigos, ni mucho menos terroristas, a más de la mitad de los países del Tercer Mundo", indicó.
Fue con cierta nostalgia que Castro evocó en Holguin "otros tiempos, en que un hombre con voz cálida y persuasivo acento, desde un sillón de ruedas, hablaba como presidente de Estados Unidos e inspiraba respeto: era Franklin Delano Roosevelt, a mi juicio un verdadero estadista".
Este lunes, el diario Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista Cubano, anunció la convocatoria de una asamblea extraordinaria de las direcciones de las organizaciones de masa del país "para responder al discurso cínico y amenazador del señor Bush".
Dirigentes de las gubernamentales Central de Trabajadores, de la Federación de Mujeres cubanas, de los Comités de Defensa de la Revolución, de la Asociación Nacional de Agricultores, de organizaciones estudiantiles y de combatientes, deberán "como verdaderos representantes del pueblo cubano, responder al señor Bush", mientras que se organiza para el miércoles próximo una gigantesca movilización popular en La Habana, según dijeron fuentes partidistas.
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