| Trompeta tenida |
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| por LáZARO MORELL, Madrid |
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Incluimos en este espacio dedicado a Piñeiro una pieza que no le pertenece, pero sí a su trompetista, el legendario Lázaro Herrera, quien definiera, a partir de finales de los 20, el sonido de la trompeta en el son. Un sonido que trascendería al conjunto y que se incluirá, definitivamente, en los nuevos caminos que ha abierto nuestro género por antonomasia. Los nombres de Lázaro Herrera y Piñeiro son casi tan inseparables como los de Siro, Cueto y Miguel, y la presencia del trompetista en el Septeto Nacional fue una de las causas de que esta agrupación se convirtiera en el septeto por excelencia de la música cubana, de la misma forma como el Habanero había sido el sexteto unos años antes.
Lo interesante de esta canción es el diálogo inusual y permanente que establece su letra con un instrumento, que se incorpora como una voz más al texto. En cuanto a la "nota tenida" de los últimos versos, no sé si se trata de una convención de los músicos populares cubanos para abreviar "sostenida", si es producto de una personal ignorancia o una licencia poética en aras de la métrica.
Trompeta querida (son)
Lázaro Herrera
Canta trompeta querida,
es tu canto melodioso:
llena mi alma de gozo
alegrándome la vida.
Oigan, señores,
lo que dice cuando canta,
lo que dice cuando llora:
(Solo de trompeta)
Oigan, señores,
lo que dice cuando canta,
lo que dice cuando llora:
(Solo de trompeta)
No sé qué pasa, señores,
que no la siento sonar.
(Solo de trompeta)
No sé qué pasa, señores,
que no la siento sonar.
Ay trompeta de mi vida,
trompeta del corazón,
dame una nota tenida
que me llene de emoción.
(Sostenido de trompeta)
No sé que pasa, señores,
que no la siento sonar.
(Termina con solo de trompeta)
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