| Aquellos sitios queridos |
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| Carlos Gómez y Marta Ramírez en concierto. |
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| por CARLOS OLIVARES BARó, México D. F. |
Parte 1 / 2 |
Dicen que Carlos Gómez se sabe más de mil canciones. Una noche cantó unas 300: Pepe Sánchez, Sindo Garay, Villalón, Corona, Matamoros, Companioni, Blez, Delfín, Adams, María Teresa Vera, Jaime Prats, Marcelino Guerra, Farrés, Tarraza, Carrillo, Orlando de la Rosa, Junco, Frank Domínguez, Méndez, Piloto y Vera, Cesar Portillo de la Luz, Marta Valdés y Milanes fueron poblando los rincones de aquella noche/amanecer. Nacido en Trinidad, Las Villas, escuchó de niño los fandangos de las tonadas trinitarias y se enamoró de sus "anacruzas": aprendió a tocar la guitarra y se hizo trovador. Autodidacta, ha musicalizado poemas (Mistral, Cetina, Avellaneda, Martí, Sor Juana...) y compuesto algunas de las canciones (Tiéndame puentes, Cuando me vayas, El sitio en que nací, A dónde va ese río, Relatores 12, Madrid...) más tristes y hermosas de estos años de exilio y orfandad que carga sobre sus hombros —hace ya más de cuarenta años— un millón y medio de cubanos.
Fundador del movimiento de la Nueva Trova, el proyecto de grabación de un disco con la EGREM y su carrera musical se vieron truncados en los 80, cuando decidió partir al exilio y la burocracia cultural le cerró todas las puertas. En 1985 se instaló en Madrid, conoció a la vocalista de Islas Canarias Marta Ramírez y se enamoró de su voz: le enseñó todas sus canciones para no seguir cantándolas solo, la amó febrilmente y se unieron bajo la gracia de Polimnia y Euterpe en el dúo Carlos y Marta. Desde finales de los 80 viven en Miami y han participado en encuentros universitarios, en la Peña de la Trova, en centros nocturnos y en el teatro Bellas Artes. Los realizadores de la película documental Adiós patria le confiaron la banda sonora y Paquito D'Rivera invitó a Carlos Gómez a la grabación de 40 years of Cuban Jam Session para que interpretara dos boleros/filin (Ayer la vi llorar/ Novia mía).
La carrera musical de Carlos Gómez en el Estado de la Florida ha sido incierta: en un lugar donde la industria del disco está interesada en vender autores y productos musicales complacientes, un compositor riguroso como él puede pasar inadvertido para la gran mayoría. El dúo Carlos y Marta ha tenido que abrirse camino frente a la indiferencia, cantando en iglesias, en casas de amigos y en peñas marginales.
Después de muchos años aparece Carlos y Marta/ Trova, bolero. En concierto (Duque Productions Inc, Miami, 2002) como resumen de un trabajo que tiende un puente entre la trova tradicional (Pepe Sánchez, Garay, Vera, Villalón), el bolero/son (Rafael Ortiz, Enrique La Pulga González), La guajira (Jorge Anckerman), el bolero/filin (Bola de Nieve, José A. Méndez, Piloto y Vera), la elocuencia y perfección de algunos timbres de Puerto Rico (Alers, Rafael Hernández), la guaracha/ son (Carlos F. Gómez), los colores armónicos de la canción brasileña (A. C. Jobim) y los aires de la Nueva Trova (Carlos F. Gómez). "El disco se explica por sí mismo, es un gran arco entre el primer bolero Tristeza (1885), pura trova, hasta una música tan sofisticada como es Dindi de Jobim, pasando por Bola, Sindo y todo lo que de trova y bolero sea representativo. La presencia de la Nueva Trova —por el estilo de composición— está en mis musicalizaciones de Martí...", apunta el trovador de Trinidad, que dice, además, sentirse "muy bien con este material, porque nos da la posibilidad de abrir espacios, tanto en ésta como en otras ciudades".
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