Como ni en Zimbabwe |
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El funcionamiento de la Asamblea Nacional Popular china: una muestra del anacronismo del sistema cubano. |
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por MIGUEL RIVERO, Lisboa |
Parte 1 / 2 |
El pasado 15 de marzo terminaron los dos días de sesiones de la Asamblea Nacional Popular de China (ANP). Cuando llegó la hora de aprobar el informe del sistema judicial, cerca del 30 por ciento de los 2.987 delegados votaron en contra, o se abstuvieron.
¿Algún lector recuerda que se haya producido un voto en contra, o una abstención, durante las sesiones de nuestra flamante, representativa y democrática Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP)?
Sencillamente, los diputados chinos están insatisfechos con el sistema de justicia y el informe del Supremo Tribunal Popular fue aprobado sólo con el 71,8 por ciento de los sufragios, mientras que el del Fiscal General de la República mereció el 72,5.
En este caso, el fiscal tuvo mejores resultados que en 1997, cuando su informe fue aprobado por menos del 60 por ciento de los votos, o sea, estuvo a punto de ser rechazado.
Esta es una prueba de que en los últimos años se ha venido produciendo un cambio gradual en el sistema político interno de la República Popular China, donde ya hace décadas que los ciudadanos disfrutan del "privilegio" de hacer negocios por cuenta propia y hasta de enriquecerse.
En esta reunión de la ANP, el Presupuesto del Estado fue aprobado con el 20 por ciento de votos en contra o abstenciones.
Los diputados chinos son escogidos entre los miembros de las asambleas populares provinciales, incluso de los territorios de Macao y de Hong Kong, y las Fuerzas Armadas tienen una representación propia. O sea, no hay dudas de que el Partido Comunista de China (PCCh) juega su papel rector, o dirigente en este proceso.
Sin embargo, estas votaciones muestran que entre los propios dirigentes, afines o militantes del PCCh, no existe miedo o reserva de manifestarse públicamente en votaciones de la ANP, cuando no están de acuerdo con alguna moción, propuesta o informe.
Ya que nos referimos al papel dirigente del partido, ¿algún lector recuerda cuándo se reunió por última vez el Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba? ¿No debían realizarse cada seis meses? Al menos en las décadas de los 70 y 80 aparecían noticias de estas reuniones en el diario Granma, aunque siempre redactadas en un lenguaje tan rebuscado que nunca se sabía bien cuáles habían sido las posiciones de los participantes respecto a los temas que habían sido discutidos.
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