| La Habana: Arrebatar la vida |
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| por DORKAS CéSPEDES |
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Dos niños que jugaban en la calle fueron protagonistas de una escena que probablemente nunca olvidarán. Vieron a una mujer tomar a un bebé por los pies y darle golpes a la cabeza contra el contén de la acera.
Los chicos se quedaron atónitos, el miedo los inmovilizó parcialmente. Cuando la mujer entró en la casa con el bebé, avisaron de inmediato a la policía.
El auto patrullero se personó en la calle Industria #3, en el municipio Centro Habana, donde residía la mujer. Allí los profesionales encontraron a un recién nacido muerto, de raza negra, sexo femenino y seis libras de peso.
Luego determinaron que el parto se había realizado en la casa y al no encontrar restos de la placenta ni del cordón umbilical, se dedujo que aún debían estar dentro del vientre de la madre, por lo que ella necesitaría atención médica.
Se dio la alarma a las unidades policiales, centros hospitalarios, terminales de ómnibus y ferrocarriles. En menos de 72 horas se supo que una mujer con similares características a la que se buscaba se había presentado en el Hospital Lebredo de Arroyo Naranjo, con restos del parto y fiebre.
Cuando la policía fue a verificar a la paciente, no estaba, presintió que la buscaban y escapó después de escuchar un comentario del médico y la enfermera de guardia.
Como elementos importantes para la investigación, los testigos informaron que la mujer parecía loca. Los vecinos dijeron que nunca se vio estimulada por el embarazo y que jamás compró nada para su maternidad.
El trabajador social informó que la parturienta de 20 años era atendida por una institución estatal debido a que no trabajaba, vivía con bajos recursos y su habitación de cuatro por cuatro metros en una ciudadela estaba en ruinas. Era una futura madre soltera.
Los oficiales de la policía desde que sucedió el hecho, el 24 de noviembre, siguen en su búsqueda. Según las leyes vigentes, la mujer encara una sanción de veinte años de privación de libertad. Se desconoce el compendio de razones que tuvo para quitarle la vida a su bebé apenas unos minutos después de ser un cubano más.
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