| La Habana: La palabra y la reja |
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| Declaraciones del periodista José Orlando González Bridón tras su liberación. |
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| por ADOLFO FERNáNDEZ SAíNZ |
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El periodista independiente José Orlando González Bridón está convencido de que su encarcelamiento no fue el resultado de la supuesta noticia falsa en relación con el asesinato de la activista sindical Johana González, sino porque le cobraron una cuenta política.
Tras su liberación el pasado fin de semana, luego de haber cumplido una condena de un año (menos 23 días) en la prisión del Combinado del Este, Bridón explicó que un grupo de disidentes había conmemorado en su propia casa el tercer aniversario de la muerte del líder anticastrista exiliado Jorge Mas Canosa el 23 de noviembre del año 2000, y que allí estuvo la televisión extranjera dando cobertura a la ceremonia, todo lo cual molestó mucho a las autoridades.
Oficialmente, González Bridón fue a prisión por un supuesto delito de difusión de noticias falsas al indicar en un artículo publicado en Internet que la Seguridad del Estado no había hecho nada para evitar el asesinato de la sindicalista independiente Johana González Herrera (31) a manos de su esposo, porque ella era opositora.
Bridón aclaró que la noticia había sido publicada el 5 de agosto del 2000 y que él fue detenido —y enjuiciado posteriormente— el 15 de diciembre del mismo año, más de cuatro meses después. Añadió que ya en un arresto anterior —el 4 de diciembre del 2000— el oficial que lo interrogó le había dejado entrever que lo procesarían.
El acusado, también sindicalista independiente, estuvo recluido en el edificio 3, cuarto norte de la referida prisión habanera, en un área de castigo. Tenía un padecimiento renal (anterior a su encarcelamiento) que se le agudizó en la prisión a consecuencia de la hipertensión y la mala alimentación, excesiva en carbohidratos. Dijo que estuvo desnutrido, que había adelgazado mucho y que lo llevaron a un área especial para los casos de desnutrición, poco antes de salir para que se repusiera antes de salir en libertad.
Según el disidente, todo lo que se dice en radio Martí y otras emisoras sobre las prisiones cubanas es cierto. Él nunca antes había estado preso pero, desde su aislamiento, pudo comprobar todo lo que había oído. Refirió abusos, excesos, corrupción, malos tratos. "La gente se autoagrede, se autoinyecta el virus del sida, se ahorcan, se cortan", contó Bridón.
Sobre la población penal dijo que impresiona el número de jóvenes presos. Los motivos más frecuentes son robo con fuerza, asalto, arrebato de joyas y también hay casos de asesinato. Muchos de ellos provienen de barrios marginales, de familias muy pobres y aspiran a tener acceso a las tiendas en divisas. También añadió que las condenas son excesivas y que hay un gran número de personas en prisión.
En Cuba se castigan con la cárcel conductas que son normales en otros países o que son consideradas contravenciones que se resuelven realizando algún trabajo social. Pero en nuestro país ha habido un endurecimiento de las leyes, un aumento del número de policías y de su salario. En los peores momentos de la dictadura de Batista había 15 cárceles y ahora hay 200, y la población apenas se ha duplicado desde 1959. "Pero construyendo cárceles no se resolverá el problema", sentenció Bridón.
Ésta es la manifestación externa del problema y para solucionarlo habría que ir a la raíz del mal, que es la crisis económica, social y de valores en que está sumida la nación.
Bridón opina que en la calle sigue creciendo el número de delincuentes porque siguen existiendo las causas que los llevan a delinquir, y que el problema de Cuba se solucionará cuando cambie el sistema.
González Bridón había sido condenado inicialmente a dos años de privación de libertad en un juicio plagado de irregularidades, pero con posterioridad le rebajaron la sentencia a un año.
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