| La semana: Serie Nacional de béisbol |
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| De sotanero a líder: en el grupo B, Santi Spíritus tira de un pelotón rezagado. |
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| por IVáN GARCíA |
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La 41 campaña nacional de pelota transcurre con buena ofensiva, discreto pitcheo, no muchos jonrones y una defectuosa defensa. Por colectivos, los 16 equipos participantes batean para 274, se fildea 971 y el pitcheo es de 4,96. Se conecta 1,2 vuelacercas por juego; 8 carreras anotadas por encuentro. Los partidos por lo general exceden las tres horas y su ritmo es muy lento.
Las palmas para el bateo desbordado del receptor matancero Jorge Manrique, quien con 34 años mira con esperanza las olimpiadas de Atenas, en las cuales pretende ser el catcher regular. Después de Sydney lo habían apeado de la selección nacional. Pero en esta temporada está que corta. Hasta el momento es líder en bateo con 571, carreras anotadas con 17, jonrones con 6 y slugging de 1068. De continuar este frenético paso ofensivo, Manrique conectaría cerca de 30 vuelacercas e implantaría una marca nacional con bate de madera.
En estos primeros 16 partidos Industriales, el equipo de más seguidores y detractores en el país, sigue patinando. Acumula 6 victorias con 10 derrotas. Su juego es inestable. En ocasiones batea mucho y hace más de 10 carreras en un partido, y en otras le cuesta hacer una y deja gran cantidad de hombres en base. Lázaro Vargas (3b) y Antonio Scull (1b), dos impulsadores de calibre en nuestro béisbol, están apagados y bateando para un anémico promedio de menos de 100. Añádasele que la cuarta estaca, el receptor Bárbaro Cañizares, sólo ha conectado un jonrón, dejando a numerosos corredores en posición anotadora.
Sólo Yasser Gómez y Enrique Díaz siguen repartiendo hits a diario (445 y 365 de average respectivamente). El sensacional novato Kendry Morales lo ha hecho bien. Ha jugado tres posiciones —1b, 3b, RF— y hasta se ha encaramado en la lomita. Con el madero promedia 283 y ha empujado 14 carreras, sacando la cara en la sequía de impulsadores azules. El jueves 25 conectó al zurdo habanero Raúl Valdés un soberbio jonrón a más de 460 pies, por todo lo largo del centerfield del estadio del Cerro, que todavía se comenta en las peñas deportivas de la capital.
Los otros equipos fuertes ya han cogido su paso, por lo que la fanaticada azul comienza a preocuparse. Isla de la Juventud manda en la llave A, con 11 y 4. Villa Clara en la C, con igual balance, y el tricampeón nacional, Santiago de Cuba, campea por sus respetos en el grupo D, con 10 sonrisas y 6 derrotas. La sorpresa es la llave B. Los favoritos, Industriales y Habana, cancanean mientras el gallo tapado, Santi Spíritus, se envalentona y marcha puntero con 10 y 5.
El espirituano es un equipo joven con muchos talentos y un director técnico, Lourdes Gurriell, que les pone a sudar la camisa sobre el terreno. Lourdes no tiene una bola mágica. Con trabajo y disciplina —lo que a menudo falta en los equipos grandes— ha dado la clarinada en este comienzo de temporada.
Los del Yayabo eran habituales sotaneros en los clásicos del patio. Mas en el actual pretenden cambiar la historia. Para ello cuentan con la pistola más rápida del pitcheo nacional, Maels Rodríguez, que tira 100 millas, y otros cuatro lanzadores que sobrepasan las 90, como Yosvany Aragón, Ángel Peña y los prometedores Ifreidis Coss y Ramón Licour. Además, habrá que anotar los siguientes nombres: Yuliesky Gurriell (3b), Osdelvis Bernal (2b), Yunier Mendoza (1b), Yoanis Delgado (receptor), Frederich Cepeda (LF) y Eriel Sánchez, también receptor. Seis jóvenes que pintan para el equipo nacional en un breve período. Todos batean bien y en los casos de Delgado, Cepeda y Sánchez, cargan dinamita en las muñecas.
Algunos escépticos piensan que los chicos de Santi Spíritus se vendrán abajo con el paso de la temporada. Lourdes no. Él sueña... y en grande.
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