AFP/ Cannes. Francia. Aunque ausente en la selección en concurso, en la que este año predomina Europa, el cine latinoamericano será representado en el Festival de Cannes por media docena de películas de México, Argentina, Brasil y Cuba, en la selección oficial fuera de concurso o en las secciones paralelas.

Cidade de Deus, del brasileño Fernando Meirelles, presente en la selección oficial fuera de concurso, es la crónica de una redención. La historia de un muchacho de una barriada pobre y violenta de Río de Janeiro que logra evitar miseria y criminalidad a través de la fotografía.

En la filmografía de Meirelles figuran los largometrajes O menino maluquinho (1996) y Domestica (2001) y varios cortometrajes.

"Un certain Regard", sección fuera de competición de la selección oficial, presenta este año dos películas latinoamericanas: El bonaerense, del argentino Pablo Trapero y Madame Sata, del brasileño Karim Ainouz.

Trapero, cuyo primer largometraje Mundo grúa (1999) coleccionó laureles en festivales de todo el mundo (Venecia, La Habana, Rotterdam, Toulouse) y los elogios de la crítica al ser estrenada en Europa, trae este año a Cannes El Bonaerense, la historia de un hombre común al que los avatares de la vida llevan a ingresar en la policía de la provincia de Buenos Aires, donde descubre un mundo de corrupción.

El brasileño Karim Sinouz cuenta en Madame Sata la vida de Joao Francisco dos Santos, que fue sucesivamente maleante, travesti, cocinero, héroe, presidiario y padre adoptivo de siete hijos. Se trata del primer largometraje de Sinouz y, en tanto tal, compite por la Cámara de Oro, premio destinado a galardonar una opera prima sea cual fuere la sección del Festival en la que es presentada.

Por su parte, la Quincena de los Realizadores, sección paralela del Festival de Cannes, seleccionó tres largometrajes latinoamericanos: Un oso rojo del argentino Adrián Caetano, Nada de Juan Carlos Cremata Malberti y Japón del mexicano Carlos Reygadas.

Un oso rojo, que tendrá su estreno mundial en Cannes, es el tercer largometraje de Adrián Caetano, después de Pizza, birra y faso, que dirigió junto con Bruno Stagnaro, y de Bolivia, que el año pasado fue aplaudida en Cannes y laureada con el premio "Made in Spanish" en el Festival de San Sebastián.

Japón, es el primer largometraje del mexicano Carlos Reygadas. La película, que cuenta el camino hacia el renacimiento de un hombre que abandona la ciudad y se va a un lugar apartado para morir, fue interpretado por actores no profesionales. En tanto primera obra, puede aspirar a la Cámara de Oro.

La película cubana Nada, primer largometraje de Juan Carlos Cremata Malberti, concursa también por la Cámara de Oro.

Cremata empezó su carrera como autor y actor de programas de televisión para niños. Su cortometraje Oscuros rinocerontes enjaulados obtuvo en 1996 la beca John Simon Guggenheim. Es autor asimismo del documental La Época, El encanto y Fin de siglo.

Finalmente, dos cortometrajes latinoamericanos serán presentados este año en Cannes: Tango de Olvido, del argentino Alexis Mital Toledo, en la selección oficial en competición, y De Mesmer con amor o té para dos, de los mexicanos Alejandro Lubezki y Salvador Aguirre, en la sección paralela Semana de la Crítica.

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