AFP/ Cannes. Nada, filme de Juan Carlos Cremata Malberti, presentado el sábado en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes, es la historia de una empleada de correos que reescribe las cartas que pasan por sus manos para hacer felices a sus compatriotas, una suerte de Amelie a la cubana.

Pero Carla, nuestra Amelie caribeña (interpretada por Thais Valdés), además de un trabajo alienante y una inmensa soledad, afronta los problemas propios de su país: sus padres viven exiliados en Estados Unidos y en su trabajo debe sufrir el acoso de una jefa burócrata y despótica. Y, cuando el hada casualidad la toca con su varita mágica, el don recibido es el ser la feliz ganadora de la lotería norteamericana de visas destinadas a los cubanos.

Carla puede irse y romper con la monotonía de su vida. Es en ese momento que descubre el amor y que siente que no puede abandonar a sus conciudadanos a los que hace felices rescribiéndoles cartas sin pedirles permiso. Irse o no irse, tal es la cuestión.

Y pese a que Juan Carlos Cremata rehúsa la comparación y explica que cuando la obra del director Jean-Pierre Jeunet se estrenó en París su película estaba ya filmada, el "buenismo" un tanto empalagoso de la película francesa se desprende también de la cubana, aunque en ésta está matizado por un marco de descripción social que en la primera no existe y por una pizca de crítica política.

"Carla vive en una sociedad muy diferente y que necesita mucha más entrega que Amelie. A raíz de la realidad social y política en que vive, el conflicto de Carla es mas urgente. En muestra sociedad, ese pintarle colores a la realidad es mucho más urgente, no sólo en Cuba sino en todo el Sur. En el Sur se necesita la imaginación para seguir viviendo, en el Norte se la puede comprar en los supermercados", afirma Cremata.

La gran originalidad de la película de Juan Carlos Cremata es el tratamiento de la imagen. Nada está rodada en color y después transformada a blanco y negro. Tras ello fue pasada a sistema digital y se incorporaron imágenes pintadas a mano o de animación y se recuperaron segmentos del color de la cinta original, para finalmente pasarla de video nuevamente a película, lo que hace que tenga textura de celuloide.

Cremata empezó su carrera como autor y actor de programas de televisión para niños. Su cortometraje Oscuros rinocerontes enjaulados lo hizo conocer en el extranjero. Nada es su primer largometraje y, en tanto tal, concursa en Cannes por el prestigioso premio Cámara de Oro.

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