Contra viento y marea, el presidente George W. Bush confirmó al cubano-americano Otto Juan Reich como subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos.

Reich se convierte así en el principal diplomático del Departamento de Estado para América Latina, en momentos de crisis en Argentina y Colombia.

Su nominación fue objeto de polémica en el Congreso estadounidense, y el respaldo presidencial le permite ejercer el cargo sin confirmación del Senado durante al menos un año. Esa cámara legislativa, controlada por los demócratas, se negó durante un año a realizar una audiencia para la confirmación del cubano-americano.

"Desde luego espero hacer progresar los intereses estadounidenses en el hemisferio. La filosofía que me guía es lograr el avance de la causa de la libertad, y eso incluye libertades políticas y económicas, y los derechos humanos", dijo Reich.

El nuevo subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos nació en La Habana en 1945 y llegó a Estados Unidos en 1960. Fue oficial de asuntos civiles del ejercito estadounidense en Panamá entre 1967 y 1969.

Durante la administración de Ronald Reagan se desempeñó como administrador adjunto para América Latina de la Agencia para el Desarrollo, y como asesor del secretario de Estado y embajador en Venezuela.

Varios legisladores, tanto demócratas como republicanos, se oponían a su confirmación como subsecretario para Asuntos Interamericanos acusándolo de extremismo ideológico y errores éticos durante sus años de trabajo para el gobierno de Reagan.

Entre 1983 y 1986, Reich dirigió la hoy extinta Oficina de Información Diplomática del Departamento de Estado, que entre otras funciones tuvo la de buscar apoyo público a la política de la administración Reagan a favor de los Contras nicaragüenses.

Durante las investigaciones del escándalo Irán-Contras, en 1987, la Oficina del Controlador General testificó ante el Congreso que algunas de las actividades de la oficina encabezada por Reich eran operaciones ilegales de propaganda, entre las que se encontraban "plantar" noticias y artículos de opinión en los medios de prensa estadounidenses a fin de ganar simpatías para la política del gobierno en Centroamérica. Sin embargo, Reich salió airoso de la prueba, porque el Controlador General no encontró pruebas que demostraran mal proceder del cubano-americano.

Durante su misión como embajador en Caracas, de 1986 a 1989, Reich también fue vinculado a la liberación de Orlando Bosch, un cubano que cumplió 11 años de cárcel en ese país, acusado de organizar el atentado contra un avión de Cubana en 1976 que cobró la vida de las 73 personas a bordo.

Reich ha dicho que documentos en poder del Departamento de Estado prueban que no tuvo conocimiento de la liberación de Bosch, y que al conocerla estuvo "muy molesto".

En los últimos años, Reich trabajó como consultor independiente y ha sido cabildero de RMA International y Bacardí-Martini USA.

A pesar de que no había sido confirmado en el cargo por el Senado, Reich venía desempeñándose en este de forma interina desde su nominación. Su primera misión tras recibir luz verde será un viaje a Canadá, como parte de las responsabilidades de su oficina.

Con respecto al tema de Cuba, Reich indicó que la política de Washington "será coherente con nuestra política en todo el mundo: hacer progresar la causa de la libertad. Y nadie puede decir que hay libertad en Cuba".

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